En vísperas del Día Mundial del Riñón (13 de marzo), expertos recomendaron a quienes padecen hipertensión, diabetes y obesidad realizarse pruebas de sangre y orina para prevenir o detectar la enfermedad renal crónica (ERC) de forma temprana.

El investigador José Correa Rotter, del Departamento de Nefrología y Metabolismo Mineral del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, señaló que la prevalencia de la ERC en todos los estadios afecta hasta a 10 por ciento de la población adulta.

Añadió que entre ocho y nueve de cada 10 casos no están diagnosticados. En nuestro país, probablemente más de 80 por ciento de los que tienen algún grado de enfermedad renal crónica no lo saben.

Cofepris aprueba fármaco

En conferencia de prensa, en la que se anunció que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó el uso del inhibidor del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 para tratar la ERC, el también vicepresidente de la organización del Día Mundial del Riñón subrayó que esta enfermedad avanza de forma silenciosa, por lo que si se tienen las condiciones descritas, “hazte unas pruebas; aunque pienses ‘no estoy mal de los riñones, no siento nada’, te puedes llevar un susto, porque en uno de 10 es posible que tengas ERC”.

El nefrólogo insistió en que cuando hay síntomas se está en un estadio moderadamente avanzado. Cuando tú empiezas a tener cansancio, debilidad, te empiezas a hinchar, puede ser bastante tarde, aunque puedes seguir haciendo algún tipo de prevención, pero secundaria.

Alexandra Arias Mendoza, jefa del Departamento de Urgencias de la Unidad Coronaria del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, advirtió sobre el desarrollo del síndrome cardiorrenal metabólico. Si se enferma el riñón, va a afectar al corazón, y viceversa.

Guillermina Muñoz, directora médica de Boehringer Ingelheim México, Centroamérica y el Caribe, dijo que el tratamiento tiene el potencial de modificar el pronóstico de salud en 13 millones de mexicanos que se estima viven con ERC, al demostrar reducción significativa en el riesgo de progresión del daño renal y muerte cardiovascular, de acuerdo con resultados del ensayo fase III Empa-Kidney, que incluyó a 6 mil 609 adultos con ERC.