El reciente impulso que han teni-do las ligas femeniles de futbol abrió un nuevo campo de investigación en la medicina del deporte que atiende las necesidades específicas de las mujeres. Las constantes lesiones de ligamento cruzado anterior en esta categoría ha despertado una serie de estudios, al tiempo que un reporte de FIFPro, el sindicato de los futbolistas, señaló que las jugadoras profesionales son más propensas a enfrentar cambios en su periodo menstrual.

Las lesiones del ligamento cruzado anterior son de dos a seis veces más probables en las mujeres que en los hombres, y alrededor de dos tercios de éstas se producen en el futbol femenil cuando no hay contacto físico. Sin embargo, hay pocos conocimientos sobre cómo reducirlas, apuntó un reporte de FIFPro

Durante décadas, los clubes de futbol se enfocaron en las cuestiones médicas varoniles; ahora todo ha cambiado. Los planteles han incluido a doctoras en los cuerpos técnicos, además de realizar seguimiento al ciclo menstrual de las jugadoras y analizar el impacto que éste pudiera tener en el rendimiento físico.

Dosificar cargas de trabajo

Algunos análisis han señalado una posible relación entre las lesiones de ligamento cruzado anterior con el ciclo menstrual, aunque han sido calificados de no concluyentes.

Fabiola Ibarra, delantera del Pachuca, reconoció que cuando sufrió en 2020 una lesión de ligamento cruzado anterior durante su etapa con Atlas se encontraba en su periodo de menstruación. Incluso, dijo a La Jornada, que en ese entonces el club rojinegro llevaba un registro del ciclo menstrual de las futbolistas para bajar las cargas de trabajo y evitar lesiones.

Estrellas internacionales como Alexia Putellas, campeona del mundo con España, así como la delantera de Tigres Alison González, y de manera más reciente la jugadora de Tijuana Mayra Pelayo han sufrido una lesión de ligamento, lo cual suele requerir cirugía y una recuperación de incluso seis meses.

Durante la fase preovulatoria del ciclo menstrual se produce una subida de estrógenos y de relaxina. Esto propicia que el ligamento sea más débil, tenga menos capacidad de tensión y, por tanto, haya mayor riesgo de lesión, apuntó la doctora Eva Ferrer, del Barça Innovation Hub, en un estudio de 2022.

Un investigación de FIFPro reveló en 2023 que el aumento de la carga de trabajo, los desplazamientos y el descanso insuficiente provocan una mayor tendencia a problemas de ligamento en las mujeres.

Aunque estos datos no son tan sólidos como nos gustaría, nuestra investigación muestra que la congestión de los partidos está asociada a una mayor frecuencia de lesiones, especialmente de ligamento cruzado anterior, indicó Vincent Gouttebarge, médico jefe de FIFPro,

Si bien varios artículos dicen que por las hormonas se hacen mucho más flexibles (el ligamento) y que por eso se lesionan (las jugadoras), no hay nada concluyente, apuntó Cristina Rodríguez, directora de medicina del deporte de la Universidad Nacional Autónoma de México, en entrevista con La Jornada. De lo que sí hay estudios concluyentes es de los programas de fortalecimiento de percepción para disminuir la incidencia de esta problemática, agregó.

Ejercicios de fuerza

La especialista detalló que uno de los aspectos primordiales a trabajar en el futbol femenil son los ejercicios de fuerza. Las mujeres tenemos mucho menor fuerza (física) que los hombres y se deben fortalecer más los músculos, eso nos protege de lesiones. Los preparadores y los médicos ahora se enfocan en eso.

FIFPro es uno de los organismos que más ha realizado estudios respecto a la salud de las jugadoras. La investigación más reciente, publicada en febrero, indicó que las futbolistas profesionales tie-nen más probabilidades de sufrir ciclos menstruales irregulares.

El estudio reveló que 30 por ciento de las futbolistas declararon tener ciclos irregulares, una cifra superior a la media típica del 15-25 por ciento. Queda por saber si esto está relacionado con su carrera como jugadoras, indicó.

Los resultados son parte del Estudio Drake de Futbol, proyecto de 10 años que realiza FIFPro para dar seguimiento a la salud física y mental de los y las jugadoras. El organismo reveló en 2024 que el 20 por ciento de 74 jugadoras profesionales sufrieron trastornos alimenticios durante 12 meses.

Sin embargo, en ambos casos no ahondó sobre el tema ni detalló las repercusiones que pudieran tener en las futbolistas. Como en cualquier ámbito de la salud, nos falta investigación en las mujeres deportistas de élite, reconoció Vincent Gouttebarge.