Tras reunirse con familiares de desaparecidos en México, Juan Pablo Albán, integrante del Comité contra la Desaparición Forzada (CDF) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), afirmó que el panorama sigue siendo grave, a poco más de tres años de que este órgano visitó el país y emitió una serie de recomendaciones para la atención de este flagelo.

Ante ello, sostuvo que este comité da seguimiento a México de una manera que no da a ningún otro Estado miembro de la convención. El país, aseveró, es al que con mayor frecuencia mandamos acciones urgentes, hacemos requerimientos de información y monitoreamos de forma más cercana.

Por ello aseguró a las familias que el CDF seguirá insistiendo al Estado mexicano que cumpla con las recomendaciones del comité.

En el contexto de una visita no oficial de dos días que inició el miércoles, Albán también sostuvo encuentros con el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Arturo Medina; el titular de la Unidad para la Defensa de los Derechos Humanos, Froylán Enciso, y la comisionada nacional de Búsqueda, Teresa Guadalupe Reyes Sahagún, así como con autoridades del gobierno capitalino.

Nueva revisión

Aunque aseguró que esta visita no derivará en observaciones o en un informe final, por su carácter de no oficial, sí es para levantar información, e indicó que analizarán cuándo volverán a examinar a México.

De momento eso está previsto para 2027, pero pudiera adelantarse si es que mis colegas consideran que es necesario hacerlo. Parte del ejercicio de esta visita ha sido levantar información para tomar una decisión sobre hacia dónde avanzar, explicó.

Como parte de su jornada de trabajo, el miércoles pasado participó en un observatorio sobre la desaparición de migrantes, en el que señaló que este fenómeno, y la migración en general, abarca miles de personas en el mundo y particularmente en nuestra región.

Se manifestó por que los Estados reconozcan el problema de la desaparición de migrantes y diseñen políticas para proteger los derechos de las personas en movilidad irregular, así como de prevención de la desaparición. Sin instrumentos de política pública, la improvisación no va a dar respuesta al problema, enfatizó.

La migración, expuso, tiene que ver con conflictos armados internos, situaciones de persecución basadas en condiciones o características individuales o grupales, desastres naturales y cambio climático, dificultades económicas, crisis humanitaria, violencia y otras causas.

Advirtió también sobre el incremento notable en la región de los índices de violencia contra los migrantes, una desprotección total, porque es un grupo excluido; no son reconciliados en sus derechos.