Washington. En un discurso repleto de autoelogios que duró más de hora y media, el presidente estadunidense, Donald Trump, se atribuyó anoche el mérito por su acción rápida e implacable para reorientar la economía, la migración y la política exterior del país, en un discurso dirigido al Congreso y al pueblo estadunidenses, en el cual hizo un recuento de sus turbulentas primeras semanas en el cargo, mientras los legisladores demócratas inmediatamente registraron su disenso con rostros impasibles, carteles en los que se leía: mentiras e incluso la expulsión de un correligionario.

El telón de fondo fue la nueva incertidumbre económica que se desató después de que el mandatario republicano impuso aranceles de 25 por ciento a los productos de México y Canadá con el objetivo de asegurar una mayor cooperación para abordar el tráfico de fentanilo y la migración indocumentada.

Aseguró que “las autoridades mexicanas, debido a las políticas arancelarias que les impusimos, nos entregaron a 29 de los mayores líderes de los cárteles de su país. Eso nunca había pasado antes, quieren hacernos felices.

Pero necesitamos que México y Canadá hagan mucho más. Dejaron que entrara fentanilo a nuestro país en cantidades nunca vistas y murieron muchas personas. Tienen que detener el envío de drogas a nuestro país. Pagamos cientos de miles de dólares en subsidios a ambas naciones, y no lo haremos más, agregó.

También se refirió a la designación de su administración, el pasado 20 de febrero, de ocho grupos criminales como organizaciones terroristas globales, incluidos seis cárteles mexicanos, y afirmó: están en la misma categoría que el Estado Islámico. Los cárteles están haciendo la guerra a Estados Unidos y es hora de que Estados Unidos haga la guerra a los cárteles.

Al aludir a las discusiones estancadas de los demócratas del año pasado sobre un proyecto de ley fronteriza, aseveró: resulta que todo lo que se necesitaba era un nuevo presidente.

A la vez, agradeció al zar fronterizo, Tom Homan, por la labor que realiza, y se quejó de que 21 millones de personas llegaron a Estados Unidos durante la administración de su antecesor, Joe Biden.

Al respecto, la agencia Ap señaló que dicha cifra, que Trump cita con regularidad, está muy inflada; la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos reportó 10.8 millones de arrestos por cruces indocumentados desde México entre enero de 2021 y diciembre de 2024.

Trump pidió al Congreso fondos federales adicionales para su ofensiva fronteriza, incluidos sus prometidos esfuerzos de deportación masiva de personas que se encuentran de manera irregular en Estados Unidos, y llamó a los migrantes salvajes.

En los momentos iniciales del discurso, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, ordenó al sargento de armas del recinto que expulsara al representante Al Green, demócrata por Texas, quien gritó al magnate: ¡no tienes autoridad para recortar Medicaid!

Tras ser echado, Green declaró a los periodistas que su protesta valió la pena para que la gente sepa que hay algunas personas que se enfrentarán al presidente, reportó el New York Times.

Otros demócratas levantaron carteles con mensajes: salven Medicaid y protejan a los veteranos.

“¡America está de vuelta! Hemos cumplido más que anteriores administraciones en cuatro semanas y apenas vamos comenzando. No ha habido más que acciones rápidas e implacables. El pueblo me eligió para hacer el trabajo, y lo estoy haciendo”, subrayó Trump.

Añadió que trabaja para recuperar la democracia de esta burocracia irresponsable, y señaló a Elon Musk, quien estaba sentado en la galería de la Cámara, lo que le valió ovaciones de pie de los republicanos, mientras Trump exageraba y compartía afirmaciones falsas sobre el supuesto abuso del gobierno que descubrió el fundador de Tesla y líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental.

Trump repitió afirmaciones falsas de que decenas de millones de personas fallecidas mayores de 100 años reciben pagos de Seguridad Social, lo que llevó a algunos demócratas a gritar: ¡Mentira!

Asimismo prometió organizar al gobierno federal para reducir los precios del huevo y la energía, y culpó a Biden de la situación, aunque ofreció escasos detalles sobre cómo revertirla.

Se dijo dispuesto a redoblar esfuerzos en la guerra comercial, que según advierten expertos, aumentará los precios a los consumidores. Cualquier impuesto que nos impongan, nosotros los gravaremos, amenazó una y otra vez.

Añadió que puso fin a la tiranía de las políticas de diversidad, equidad e inclusión que revocó en el gobierno federal y en el ejército, y que además había impulsado medidas similares en el sector privado. “Nuestro país ya no será woke”, declaró.

En política exterior, Trump aprovechó su discurso para abordar sus propuestas de paz en Ucrania y Medio Oriente. Hemos mantenido conversaciones serias con Rusia y recibimos señales claras de que están dispuestos a lograr la paz. ¿No sería maravilloso?, preguntó.

Sobre el Canal de Panamá, reiteró: lo estamos recuperando, habló de la necesidad de fortalecer su capacidad naval, y su compromiso de conquistar Groenlandia de una manera u otra.