La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México ofrecerá a lo largo del año una serie de estrenos, conciertos y oratorios como parte de su Festival de Música, propuesta que invita a sumergirse en la profundidad y grandeza del arte sacro.

Los actos musicales, que se celebrarán (en su mayoría) el tercer domingo de cada mes, tienen el propósito de consolidar a este recinto como un referente cultural y reavivar el interés por la música religiosa y de concierto entre los asistentes.

Arturo Hernández, contralor de la Catedral e integrante del comité organizador del festival, destacó en conferencia de prensa la importancia de la música como vía de conexión con la espiritualidad y la cultura.

“Decía San Agustín que ‘el que canta ora dos veces’, y esa frase nos acompaña y enmarca lo que vamos a anunciar. La Catedral les da la bienvenida a todos y cada uno de ustedes”, destacó el funcionario.

Añadió que con esta serie de conciertos se busca atraer a la gente y regresar a la Catedral a través de una de las expresiones artísticas más bellas, que es la música, y contagiar de este gusto y este amor.

El sacedote Jaime Paredes, secretario del cabildo metropolitano, enfatizó el poder transformador de la música.

Solamente es un gesto sencillo de abrir la puerta, la música hará su obra y nos avienta en todas direcciones hacia Dios y hacia los demás, porque realiza sociabilidad entre nosotros. Hacia nosotros mismos produce sensibilidad, animación, crecimiento, madurez y creatividad.

Destacó también la inclusión de coros parroquiales dentro de esta programación para fortalecer el víncu-lo entre la comunidad y el recinto.

Marivés Villalobos, encargada de la programación del festival, detalló que la idea nació de una charla y pretende recuperar la Catedral como un espacio para todos y resaltar la belleza como un camino para honrar a Dios y la humanidad.

El itinerario de presentaciones del Festival de Música de la Catedral Metropolitana brinda una selecta programación que abarca obras de distintas épocas y tradiciones geográficas:

Ayer, Leo Kraemer, con el órgano de la Catedral, interpretó música barroca alemana, española y mexicana, complementada con una serie de improvisaciones.

El 16 de marzo, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), con la dirección de Julio Briseño, presentará un programa dedicado a las obras de Haendel, interpretadas por su sección de metales y percusiones.

El 27 de abril, los Niños Cantores de Tepotzotlán, dirigidos por Ernesto García Velasco, interpretarán la misa de Chilcott, además de un repertorio diverso. El 18 de mayo, el Coro Fuenteclara, con la dirección de Samuel Pascoe, presentará un programa que incluye el Ave María y Regina Coeli, de Palestrina, así como el Réquiem de Fauré.

El 8 de junio, el Exultate Coro de la Iglesia anglicana de México, dirigido por Juan Ernesto Villegas, ejecutará obras de Mendelssohn y Schubert. El 20 de julio, la Petite Messe Solennelle, de Rossini, será representada por varios grupos artísticos del Inbal.

El 17 de agosto, Gerardo Rábago dirigirá De catedrales y otras regiones, concierto que recorrerá la música sacra desde el siglo XVI hasta el XXI. El 21 de septiembre, el Coro Harmonnia, bajo la dirección de David Arontes, presentará la Misa Criolla, de Ariel Ramírez, acompañada de un repertorio de música sacra mexicana y latinoamericana.

El 19 de octubre, la Orquesta Sinfónica y el Coro de la Universidad Panamericana ofrecerán, en estreno en México, La misa del hombre armado, de Karl Jenkins. El 26 de octubre, la Orquesta Sinfónica del Estado de México, dirigida por Rodrigo Macías, presentará música sacra mexicana del siglo XIX y cantos de réquiem de Jorge Vidales.

Diemecke festejará a los músicos

En fecha por confirmar, aunque inicialmente prevista para noviembre, la Orquesta Sinfónica de Michoacán, con la dirección de Enrique Diemecke, ofrecerá un concierto especial en conmemoración del Día del Músico. El 30 de ese mismo mes se realizará un concierto en colaboración con el Festival Urtext, en el que se presentarán los Maitines de Juan Gutiérrez de Padilla.

El festival culminará el 7 de diciembre con el Coro Filarmónico de la UNAM, dirigido por Leo Kraemer, que interpretará las partes 1, 2 y 3 del Oratorio de Navidad, de Bach.

Para los conciertos se solicitará una cuota de recuperación mínima de 200 pesos, de los cuales una parte será destinada al mantenimiento de la Catedral y otra cubrirá los gastos operativos del encuentro.

Dalí Estrada, directora operativa de la OFCM, subrayó la colaboración entre la Catedral y la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México para garantizar el acceso a la música de primer nivel en un espacio histórico y emblemático.

Ernesto García Velasco, director de los Niños Cantores de Tepotzo-tlán, enfatizó la relevancia histórica de su concierto en la Catedral, ya que nunca antes habían cantado allí. El coro, fundado en 1999, se inspira en un grupo infantil del Colegio de San Francisco Javier, activo durante el Virreinato, que fue invitado a la Catedral. Así, 300 años después, regresan a este espacio, llenos de orgullo por este legado.

Otro de los puntos relevantes abordados durante la conferencia fue la situación de las campanas de la Catedral, muchas de las cuales se encuentran en estado crítico debido a la falta de mantenimiento.

Ernesto Pérez, campanero del recinto, explicó que en total hay 35 campanas, de las cuales al menos seis dejaron de funcionar y requieren restauración urgente. Hay cuatro esquilas fracturadas y dos esquilones fuera de servicio. Las campanas han sido testigos del devenir histórico de la ciudad, pero muchas están dañadas, algunas agrietadas y otras completamente inutilizadas, puntualizó.

Las labores de restauración no son sencillas, ya que es necesario bajar las campanas y volver a montarlas con grúas.

Además de la programación, el festival también busca visibilizar la riqueza del archivo histórico y el acervo de la Catedral, donde se resguardan documentos, partituras y objetos litúrgicos de gran valor histórico.