Para estudiantes es algo común, incluso en sus familias
Martes 4 de marzo de 2025, p. 27
La violencia entró a las escuelas y llegó desde casa, consideraron maestros de escuelas primarias y secundarias públicas de la Ciudad de México.
En entrevistas por separado, docentes afirmaron que las agresiones escolares ocurren en todos lados, pero con mayor frecuencia en planteles ubicados en zonas donde existen problemas de marginalidad, inseguridad y drogadicción.
El maestro Julio César Pérez, director desde hace 10 años de la primaria Guadalupe Ceniceros, ubicada en el Centro Histórico, contó lo complejo que es educar y evitar la violencia entre estudiantes en medio de una comunidad donde los grupos delictivos se enfrentan a tiros y siempre hay muertos. “Aquí los niños insultan hasta a los de la Guardia Nacional, así que cuando tenemos un caso de bullying nada más rogamos a Dios que nos acompañe, porque para ellos la violencia es algo común, incluso en sus propias familias la fomentan”, expresó.
Señaló que los padres no sólo exigen que los agresores sean exhibidos y expulsados a partir de lo que aseguran sus hijos sea cierto o no, sino que amenazan con hacer justicia por propia mano, como ocurrió recientemente en una escuela de Aragón, donde tundieron a golpes a un conserje por la presunta violación a cinco niños que nunca se comprobó.
Algunos estudiantes, incluso, hacen bullying no sólo a sus compañeros, sino a los profesores, como fue el caso de Miguel Briano, maestro de matemáticas en la secundaria diurna 236, donde la alumna Fátima denunció ser víctima de acoso escolar.
Refirió que hace cinco años trabajó en la secundaria diurna 264, Miguel Servet, ubicada en la colonia Ermita Zaragoza, donde por la violencia de estudiantes a maestros se canceló el turno vespertino y se convirtió en jornada ampliada
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Por su parte, el director de la primaria Leonardo Bravo, Francisco Bravo, afirmó que toda la responsabilidad se la fincan a los docentes y a las escuelas sin tener en cuenta el contexto y las condiciones familiares en las que viven nuestros alumnos, que, por cierto, a veces son muy complejas, muy difíciles, porque son niños rechazados, abandonados, maltratados
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Los docentes señalaron que asumen la responsabilidad que les corresponde, pero que requieren del apoyo de la Secretaría de Educación Pública para que se contrate a sicólogos que atiendan a los alumnos que acuden a las 6 mil escuelas de nivel básico en la ciudad, ya que de lo contrario continuará la violencia escolar.