Más de 100 mil personas recorrieron ayer las calles de Seúl, la capital de Corea del Sur, para manifestarse a favor y en contra del suspendido presidente sudcoreano, Yoon Suk-yeol, en medio de la enorme crisis política que estalló el año pasado tras su fallida declaración de ley marcial. También ayer comenzó la deliberación del Tribunal Constitucional del país, única autoridad capacitada para destituir formalmente al mandatario. La policía surcoreana desplegó más de 6 mil 400 agentes, reportó la agencia oficial de noticias del país, Yonhap.