Culiacán, Sin., El sector comercial de Culiacán ha entrado en un espiral crítico luego de seis meses de efectos adversos por la inseguridad, señaló Óscar Sánchez Beltrán, presidente de la Unión de Comerciantes de Culiacán (UCC).

Explicó que el cierre de negocios se está acelerando no sólo en la zona urbana, sino también en sindicaturas y área rural. Van más de 500 establecimientos formales que dejaron de prestar sus servicios en la ciudad, sostuvo.

Sin embargo, dijo, puede haber miles en esa situación en todo el municipio.Hay muchos que no se están contabilizando como los de emprendedores de casa que prestan servicios de venta de alimentos preparados por redes sociales, apuntó.

Sánchez Beltrán aclaró que la economía no aguantará más tiempo si no hay una solución al tema de la violencia, ya que el consumo y gasto se está reduciendo, igual que los horarios de operación de las empresas.

Hasta el momento no vemos un plan, ni un programa emergente e inmediato que realmente permita al sector poder salir adelante, destacó.

El comerciante añadió que de nada sirve tener los negocios abiertos por la tarde-noche ya que los ciudadanos se refugian en sus casas por miedo.

El líder de la UCC puntualizó que la mayor parte de los comerciantes se están declarando en moratoria de pagos, pues no hay liquidez para enfrentar rentas, y suministros como agua y luz.

Adelantó que acudirán a la Secretaría de Economía estatal a solicitar una prórroga en el pago de los préstamos de Red Fosin. Reconocemos que debemos pero no tenemos para pagar; lo haremos cuando podamos, agregó.