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Lunes 24 de febrero de 2025, p. 3
La Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, en su edición 46, tuvo un momento mágico con la presentación del libro De niños, pianos y un grillito: El pequeño Gabilondo (Alfaguara), del actor, productor, escritor y cantante Mario Iván Martínez.
El encuentro reunió el sábado pasado a un centenar de asistentes en el Salón de la Academia de Ingeniería, donde la literatura y la música se entrelazaron en un homenaje entrañable al compositor mexicano Francisco Gabilondo Soler, Cri-Cri.
El auditorio estaba abarrotado. Entre el público, predominaban niños y jóvenes que se dejaron envolver por la voz de Mario Iván Martínez, quien leyó fragmentos de la historia ficcionada de Pancho, niño travieso con una pasión desbordante por la música y la imaginación.
El relato, que retrata los sueños de infancia del creador de Cri-Cri, el Grillito Cantor tocó fibras sensibles. Cada palabra era recibida con murmullos de asombro, risas y, al final de cada fragmento, ovaciones prolongadas.
Con su inconfundible estilo narrativo, Martínez transportó a los espectadores a la niñez de Gabilondo Soler, al revelar cómo su amor por las composiciones y los libros fue impulsado por su padre y su abuela.
La figura del grillito, que en la historia se convierte en un fiel compañero de aventuras, generó sonrisas y evocó recuerdos en los adultos, que sin duda crecieron escuchando los inolvidables temas del Grillito Cantor.
Uno de los momentos más emotivos ocurrió cuando el escritor e histrión compartió su encuentro con Tiburcio Gabilondo, hijo del legendario compositor. Relató cómo tuvo acceso a partituras originales y que, en un instante casi místico, se sentó en la misma silla que ocupaba Francisco Gabilondo Soler, junto a sus cenizas.
Entre los asistentes, una mujer y su hijo invidente vivieron el acto con especial intensidad. Mientras el joven reía y aplaudía emocionado, ella escuchaba conmovida la narración.
El libro, ilustrado por Juan Gedovius, forma parte de una colección que explora la niñez de personajes históricos como Van Gogh, Mozart y Sor Juana Inés de la Cruz. En esta ocasión, el homenaje a Cri-Cri llega en el contexto del 90 aniversario de su creación y reafirma su lugar en la memoria colectiva de México.
Durante su intervención, Gedovius bromeó sobre su papel en el proyecto, y afirmó que, más que ilustrador, se consideraba un condimento en la obra de Mario Iván Martínez. Con anécdotas divertidas, compartió su proceso creativo y resaltó cómo el arte surge de la curiosidad, de la amistad y de la pasión por contar historias.
Con su peculiar sentido del humor, evocó experiencias en el mundo editorial, y subrayó la importancia de preservar a los personajes que han marcado la infancia de generaciones.
Este libro no existe hasta que llega a sus ojos
, dijo Gedovius, e invitó a apropiarse de la historia y a compartirla. También reflexionó sobre la necesidad de reconocer que los grandes creadores, como Francisco Gabilondo Soler (1907-1990), alguna vez fueron niños soñadores que encontraron en la música y la literatura un refugio y un motor para su creatividad.
Mario Iván Martínez recordó que desde pequeño también compartió aspiraciones similares a las de Gabilondo Soler, y cómo éstas se reflejan en su libro autobiográfico infantil Güerito de rancho.