Lunes 24 de febrero de 2025, p. 2
El historiador y militante Enrique Semo dijo que se enroló en la izquierda mexicana en la década de 1960 por la impresión que le causó el movimiento magisterial.
Contó a La Jornada que en 1962 visitó a uno de los líderes del magisterio, Othón Salazar, no tanto como un pensamiento, sino por su deseo de ayudar a los maestros movilizados.
El autor de La izquierda en su laberinto (1974-2024) recordó su diálogo con el normalista:
“–¿Qué hay, Enrique?
“–Pues que quiero ayudar a este movimiento –ya era yo maestro de la universidad–, ¿cómo hago? No conozco los detalles de la posición.
“–No quiero que conozcas eso. Ve con los maestros y dales conferencias de marxismo.”
En una de esas conferencias, continuó Semo, en una casa de maestros de una pequeña población pobre de Guerrero, habló a ocho participantes de materialismo dialéctico, materialismo histórico y las tres revoluciones en la historia de México.
Cayó un diluvio como los diluvios sureños. Estábamos en una casa sobre una pendiente. El agua comenzó a meterse. Yo estaba hablando y los maestros agarraron las sillas, las pusieron sobre la mesa, nos sentamos en ellas y continuamos la conversación
, recordó el intelectual y soltó una carcajada.
Refirió que en la revista que dirigió tiempo después, Historia y Sociedad, tenía muchos artículos bastante teóricos y complejos
, y que era impresionante ir a Baja California, hablar con trabajadores y que me dijeran que habían leído un artículo teórico sobre los aspectos más complejos de la Conquista
.
Tales anécdotas muestran el interés en el marxismo y sus andares entonces.