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Oso de Plata para Ernesto Martínez Bucio en la Berlinale por El diablo fuma

Dromer, de Johan Haugerud, obtuvo el máximo galardón

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▲ El director mexicano Ernesto Martínez Bucio posa con un visor como parte del reconocimiento a la Mejor Ópera Prima. El cineasta chino Huo Meng ganó el premio a Mejor Director por Living the Land.Foto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 23 de febrero de 2025, p. 6

Berlín. La edición 75 de la Berlinale, la primera gran cita de la industria cinematográfica del año, concluyó ayer y en la recién estrenada sección Perspectivas, que reconoce lo mejor de las óperas primas, el joven mexicano Ernesto Martínez Bucio obtuvo el Oso de Plata, además de un premio de 50 mil euros.

El diablo fuma (y guarda las cabezas de los cerillos quemados en la misma caja) tiene como antecedente el título de un poema de Karen Plata, quien estuvo a cargo del guion junto con Martínez Bucio.

Los protagonistas principales son cinco niños de entre 8 y 14 años, todos ellos actores no profesionales.

Martínez Bucio capta la atmósfera de intimidad del espacio donde se desarrolla la historia –la casa que comparten con sus padres ausentes y su abuela–, los sutiles acercamientos a los rostros de los menores, mientras los detalles de la historia familiar grabados en un cámara de video permiten al espectador sentirse parte de la familia que ha construido un muro tan concreto como imaginario y consideran amenazante el mundo exterior.

La voz y actuación de cada uno de los menores revela una madurez extraordinaria al enfrentar el abandono de los padres, la intervención de autoridades sociales y el frágil estado mental de la abuela, adulto que se supone asumiría la responsabilidad ante la ausencia de los padres. 

Martínez Bucio ha revelado que su intención ha sido contar una historia que explore las relaciones fraternales expresando los conflictos que se generan entre hermanos.

Lo ha ejemplificado con un episodio inevitable en la familia: asisitir al funeral de uno de los progenitores sin haber tenido contacto por años con los hermanos. 

Este episodio saca a la luz que si hay algo que une a esos hermanos son las heridas emocionales en común y que pueden perdurar toda la vida.

Mejor Película

Bajo el titulo de Dromer (en noruego) o Dreams (Sex Love) [Sueños (Amor sexual)], Noruega se llevó el máximo galardón, el Oso de Oro a Mejor Película en la edición 75 de la Berlinale. La historia gira alrededor de una adolescente cuyo objeto de amor y deseo es su profesora de arte. Cuando decide poner en papel las fantasías y anhelos del objeto amado y compartirlo con su abuela y su madre con quien convive, se revelan no sólo sus dotes literarios que se concretan en una publicación de éxito, sino que también salen a la luz las propias carencias afectivas de la madre y la abuela, generando una confrontación generacional.

La película, protagonizada por Ella Overbye, es la última parte de la trilogía de Johan Haugerud que explora la intimidad emocional y física.

El presidente del jurado y director estadunidense Todd Haynes alabó las impecables interpretaciones de la película y sus clarividentes observaciones sobre el deseo, así como la forma en que retrata el acto de escribir.

Haugerud declaró que obtener la distinción superaba sus sueños más descabellados y animó al público a escribir y leer más.

Premio del jurado

El Oso de Plata del Gran Jurado recayó en la película El rastro azul, del brasileño Gabriel Mascaro, una historia distópica sobre el envejecimiento ambientada en el Amazonas. El director chino Huo Meng fue reconocido como el mejor director por Living the Land, su largometraje sobre cuatro generaciones de agricultores, en tanto el Premio del jurado fue para El mensaje, del argentino Iván Fund.

Fund dijo que el premio serviría de contrapeso al desmantelamiento de la cultura que se está produciendo actualmente en Argentina.

Corren tiempos difíciles en Argentina, el cine está siendo atacado, dijo. Así que este pequeño oso con su peso es un contrapeso y demuestra que el cine seguirá viviendo y prosperando.

La australiana Rose Byrne obtuvo el Oso de Plata a mejor interpretación por la tensa reflexión sobre la maternidad If I Had Legs, I’d Kick You, mientras el mejor actor de reparto fue para el irlandés Andrew Scott por su papel en Blue Moon, del director Richard Linklater.

Con información de AFP