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Dos artistas abordan el legado de los 12 apóstoles de México desde una visión estética
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▲ Demián Flores y Diego Rodarte exponen Apóstoles, en el Centro Cultural El Rule.Foto Germán Canseco
 
Periódico La Jornada
Lunes 10 de febrero de 2025, p. 5

La historia oficial los recuerda como los 12 apóstoles de México, pero pocas veces se ha cuestionado su legado desde una perspectiva artística. La exposición Apóstoles, que se exhibe en el Centro Cultural El Rule, propone una nueva mirada sobre aquellos frailes franciscanos que arribaron a la Nueva España en 1524 con la misión de evangelizar a los pueblos originarios.

Mediante una serie de 12 retratos, los pintores Demián Flores (Juchitán, 1971) y Diego Rodarte (Ciudad de México, 1984) se apropian de la memoria histórica para presentarla como un espacio de interrogantes, más que de certezas.

La muestra, curada por Marco Antonio Silva Barón, se aleja del enfoque hagiográfico tradicional. En lugar de idealizar a los evangelizadores, los artistas concibieron figuras ambiguas, suspendidas entre lo real y lo mítico. Sus rostros, difuminados entre trazos y colores contrastantes, evocan tanto la solemnidad de los relatos religiosos como la distorsión de la memoria con el paso del tiempo.

El contexto en el que se sitúa la obra es ineludible: la llegada de los franciscanos marcó el inicio de una transformación cultural profunda. La evangelización no fue sólo un proceso de conversión religiosa, sino también una imposición de valores, creencias y estructuras de poder que modificaron para siempre la identidad de los pueblos indígenas.

A 500 años de la fundación del desaparecido convento de San Francisco de Asís de México, el más imponente de la Nueva España, la exposición de Flores y Rodarte invita a reflexionar sobre el impacto de aquellos primeros evangelizadores en la construcción del país que se habita en la actualidad.

Al atravesar la cortina negra que da acceso a la sala del montaje, el visitante se encuentra con un ambiente de penumbra. De un lado, seis retratos observan en silencio; del otro, seis más devuelven la mirada.

Las túnicas oscuras de los frailes contrastan con los fondos de colores intensos. Entre los personajes representados están fray Martín de Valencia, fray Toribio de Benavente (Motolinía) y fray García de Cisneros, entre otros. Aunque sus nombres figuran en los libros de historia, sus rostros fueron reinventados por los artistas, quienes utilizaron diversas técnicas para plasmar la huella del tiempo sobre sus facciones.

Demián Flores y Diego Rodarte comparten una amistad de años y, en sus palabras, un proceso creativo basado en el diálogo. Flores, con su enfoque en la erosión del tiempo, tomó inspiración en frescos antiguos, especialmente en los de Puebla.

El tiempo también pinta

En su interpretación, los rostros de los frailes parecen desgastados, como si la memoria los hubiese corroído lentamente. Me interesa cómo el tiempo también pinta, cómo reconfigura y reconstruye identidades, explicó.

Por su parte, Rodarte realizó un contrarchivo visual, tomando de modelo a personas de su entorno. Sus retratos poseen una pincelada más empastada y colores más vivos, con un realismo que, lejos de idealizar a los personajes, los ancla en un espacio de incertidumbre histórica. Estos frailes fueron exaltados por el poder de la fe, pero su impacto sigue presente en nuestra historia cultural, sicológica y espiritual, señaló.

Los artistas cuestionan la versión oficial que ha exaltado a los franciscanos como figuras heroicas, dejando de lado la violencia implícita en la evangelización. Para ellos, la conquista espiritual fue tan determinante como la militar en la configuración de México.

Nos interesa desmontar la percepción del vencedor y visibilizar otras narrativas. La historia ha sido escrita desde una perspectiva idealizada, pero muchas veces esa versión no refleja la complejidad de los hechos, comentó Demián Flores.

Diego Rodarte destacó que la realización de las piezas tomó tres años debido a su gran formato (200 por 100 centímetros) y la técnica empleada. Son óleos sobre tela; aunque cada obra tiene su paleta, buscamos cohesión visual. El uso de empastes y veladuras prolongó el proceso, pero nos permitió generar accidentes controlados que enriquecieron la propuesta plástica, indicó.

Más allá de los registros oficiales y las narraciones legendarias, Rodarte subrayó el enigma que rodea a los frailes franciscanos. Nunca conoceremos sus pensamientos más íntimos ni sus verdaderas motivaciones. En ese vacío, encontramos un terreno fértil para la interpretación, concluyó.

Para complementar la iniciativa pictórica, se ofrecerán dos actividades especiales. El 21 de febrero a las 17 horas los artistas guiarán un recorrido por la muestra, mientras el 26 de febrero, a la misma hora, se llevará a cabo la conferencia Doce espectros del pasado: La colaboración entre Demián Flores y Diego Rodarte, a cargo del maestro Marco Antonio Silva Barón. La charla será seguida por una visita guiada con los creadores a las 18:30 horas.

Con entrada gratuita, la exposición Apóstoles podrá visitarse de lunes a domingo de 9 a 19 horas en el Centro Cultural El Rule (Eje Central 6, Centro). La muestra concluirá el 2 de marzo.