Nueva York. Un juez condenó ayer al ex senador demócrata Bob Menendez a 11 años de prisión por participar en un plan de soborno y corrupción que duró varios años, durante los cuales recibió lingotes de oro y fajos de dinero en efectivo.

El ex congresista de 71 años fue declarado culpable en julio pasado de 16 cargos por soborno, fraude, extorsión, obstrucción a la justicia y recibir pagos para favorecer al gobierno egipcio y ayudar a un fondo de Qatar.

En algún punto del camino usted perdió el rumbo, señaló el juez Sidney Stein al anunciar la sentencia. Trabajar por el bien público se convirtió en trabajar por su bien. En algún punto usted se convirtió, lamento decirlo, en un político corrupto.

La fiscalía había pedido al menos 15 años de prisión para el ex senador por el estado de Nueva Jersey, quien renunció a la todopoderosa presidencia del Comité de Relaciones Exteriores cuando estalló el escándalo, en octubre de 2023.

La defensa manifestó que, aunque dos años es lo apropiado, pidió al juez compasión y que no lo condenara a más de ocho años, dada su hoja de servicio público y su edad.

Un tembloroso Menendez se dirigió al tribunal entre lágrimas, hablando a Stein del trabajo del que se sentía más orgulloso. Juez, aparte de la familia, he perdido todo lo que me importaba. Para alguien que dedicó toda su vida al servicio público, cada día que estoy despierto es un castigo, dijo. Le pido, señoría, que me juzgue en ese contexto y que atempere su espada de justicia con la misericordia de toda una vida dedicada a servir. Y pidió clemencia con la voz quebrada.

La policía halló en 2022, durante un allanamiento al domicilio familiar de Menendez y su esposa, Nadine Arslanian, más de 480 mil dólares en efectivo escondidos entre ropa y zapatos y en una caja fuerte, así como 13 lingotes de oro valorados en 150 mil dólares, un auto Mercedes Benz, relojes de lujo y entradas para la Fórmula 1.

Al salir de la corte, todavía libre, en el sur de Manhattan, Menendez anunció que impugnará la sentencia y ante la prensa se declaró inocente y víctima de una cacería de brujas política.

Ahora espera que el presidente Donald Trump, quien en todos sus problemas con la justicia también se ha declarado víctima de una caza de brujas”, limpie el pozo negro y restaure la integridad del sistema judicial.

Según la fiscalía, Menendez, quien como senador frecuentemente criticó a gobiernos latinoamericanos por corrupción, falta de transparencia y actos ilegales, utilizó su poder e influencia entre 2018 y 2022 para ayudar, junto con su pareja, a los empresarios Wael Hana, Fred Daibes y José Uribe, a conseguir favores y protección para sus negocios, a cambio de sobornos.

Sobre el senador pesaban 16 de los 18 cargos contra los integrantes de la trama corrupta. Además de intentar interceder ante la justicia para paralizar procesos judiciales contra Daibes y Uribe, también habría ayudado al primero, viejo amigo y exitoso promotor inmobiliario, a invertir en un fondo vinculado con Qatar.