Washington. La oficina de Presupuesto del presidente Donald Trump invalidó ayer un memorando que congelaba el gasto en préstamos y subvenciones federales, menos de dos días después de que provocó una confusión generalizada y desafíos legales en todo el país, aunque la Casa Blanca aseguró horas después que las órdenes ejecutivas continuaban vigentes y serán implementadas con rigor por todas las agencias y departamentos.

Además, la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, culpó de la confusión generada a los tribunales y a los medios de comunicación, no a la administración Trump.

El memorando que la Oficina de Administración y Presupuesto emitió el lunes desató nerviosismo sobre la financiación de estados, escuelas y otras organizaciones públicas que dependen de billones de dólares de la Casa Blanca.

Los funcionarios de la administración aseguraron que la pausa era necesaria para revisar si el gasto estaba alineado con las órdenes ejecutivas de Trump sobre temas como el cambio climático y los programas de diversidad, equidad e inclusión.

Pero ayer enviaron un aviso de dos oraciones en el cual rescindían el memorando original. La revocación fue la última señal de que, incluso con el control unificado de Washington, los planes del magnate de reformar de forma drástica el gobierno tienen límites, señaló Ap.

La administración Trump insistió en que a pesar de la confusión, sus acciones tuvieron el efecto deseado al subrayar a las agencias federales sus obligaciones de cumplir con las órdenes ejecutivas.

El cambio de dirección de la Casa Blanca tomó por sorpresa al Congreso, en particular a los aliados republicanos de Trump que lo defendieron.

El senador de Dakota del Norte, Kevin Cramer, aseguró que el magnate era un genio, pues lanza granadas de mano en medio de una sala y luego limpia todo, aunque sugirió que Trump tal vez no entendió la amplitud de lo que se había propuesto.

Mientras, los demócratas se apresuraron a celebrar la revocación del memorando, y subrayaron que la Casa Blanca había ido más allá de lo que los estadunidenses quieren, pues la mayoría de la gente votó por huevos más baratos, no por este caos.

El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, de Nueva York, subrayó: los estadunidenses contraatacaron y Trump dio marcha atrás, mientras la senadora de Washington, Patty Murray, aseveró que las voces del pueblo se escucharon tras una fuerte presión desde todos los rincones del país”.

En otro orden, Trump apeló la condena por el caso de la ex actriz de cine porno Stormy Daniels, según un documento judicial que se dio a conocer ayer, y presentó a su nuevo abogado, Robert Giuffra, en la división de apelaciones de la Corte Suprema del estado de Nueva York.

Además, firmó un decreto para poner fin a la financiación de las escuelas públicas que enseñan la teoría crítica de la raza o sensibilizan sobre la transición de género, dos de sus promesas de campaña.

Por otra parte, en una polémica audiencia de confirmación para convertirse en el principal funcionario de salud del país, Robert F. Kennedy Jr tuvo dificultades para responder preguntas sobre Medicare y Medicaid, programas que afectan a decenas de millones de estadunidenses, y para proporcionar detalles sobre cómo trabajaría para reducir los costos de la atención médica.

Cuando le preguntaron sobre los derechos reproductivos de las mujeres y el acceso al aborto, Kennedy, quien había sido un demócrata de larga trayectoria, se remitió a Trump y afirmó que cada aborto es una tragedia, pese a que durante su fallida candidatura presidencial se había posicionado a favor.

A su vez, el senador independiente de Vermont, Bernie Sanders, quien participa en el grupo parlamentario de los demócratas, expresó que si bien apoya el lema de Ke-nnedy Make America Healthy Again (Hagamos que Estados Unidos sea saludable otra vez), lo acusó de ser un hipócrita con sus opiniones respecto a las vacunas infantiles.