La exposición, que se puede ver ahora en el Palacio de Bellas Artes, llegará a Montreal en abril
Museo del Palacio de Bellas Artes
Jueves 30 de enero de 2025, p. 2
El artista surrealista Alan Glass (1932-2023) nació canadiense, pero se volvió mexicano al radicar en el país desde 1963 hasta su muerte. Glass regresará a su tierra natal para que lo conozcan sus paisanos, aunque a través de los ojos del equipo del Museo del Palacio de Bellas Artes (MPBA), responsable de organizar la exposición Alan Glass: Sorprendente hallazgo, que se exhibe actualmente en este recinto.
Para su itinerancia al Museo de Bellas Artes de Montreal, donde se exhibirá del 17 de abril al 28 de septiembre, la muestra cambiará su nombre a Worlds of wonder: The surrealist journey of Alan Glass (Mundos de asombro: El viaje surrealista de Alan Glass). Ésta, la primera exhibición individual de su trabajo en un museo canadiense, revela su exploración sin paralelo del surrealismo mediante diferentes medios, como el dibujo y los ensamblajes complejos.
La presentación del catálogo de la exposición del MPBA coincidió con el segundo aniversario luctuoso de Glass, el pasado 16 de enero. Coeditada con la Fundación Mary Street Jenkins, la publicación cuenta con tres textos de los curadores de la muestra: Xavier de la Riva y Joshua Sánchez, Kristoffer Noheden y Abigail Susik.
Moderado por Mariana Casanova, coordinadora editorial del MPBA, el acto contó con la participación de Marisol Argüelles, directora del Museo de Arte Carrillo Gil, y Manuela de Laborde, cineasta y responsable del video La casa de Alan (2022-2024), del que se incluye un extracto de 10 minutos en la exposición.
Argüelles ha estado “tangencialmente relacionada con Sorprendente hallazgo porque se conecta con otro proyecto que se expone en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, Aube Breton: Una estancia surrealista, con obra de la hija de André Breton, padre del surrealismo, quien empezó a hacer collages a los 40 años y fue muy amiga de Glass.
Según la historiadora del arte, para celebrar en 2023 el centenario del movimiento surrealista, se trataba de no acudir a los lugares de siempre cuando hablamos de los surrealistas, no porque no sean relevantes, sino porque el surrealismo no terminó en la generación de Benjamín Peret, Breton, Remedios Varo, etcétera
.
La Roma, epicentro del surrealismo mexicano
El aporte de la exposición del MPBA y el catálogo es el descubrir para muchos un personaje que habitó en la Ciudad de México, justo en la misma calle que otros de sus colegas, ya que muchos de estos famosísimos surrealistas fueron a dar a la colonia Roma, que se convirtió en el epicentro de un movimiento que, si bien es cierto que se inspira en la vanguardia en Francia, en México toma un camino completamente distinto
.
De acuerdo con Argüelles, vale la pena revisar, pensar y hablar de ello en este centenario porque a diferencia de otras vanguardias, si hay una que ha logrado sobrevivir, ser vigente, conectar con el público, es justamente el surrealismo
.
Los textos del catálogo, continuó, aportan datos que colocan a Glass más allá de un artista en su casa creando ensamblajes o cajas. Uno sería su colaboración con Lilia Carrillo, una de los grandes íconos de la abstracción
, en el mural que hizo para el Pabellón Mexicano de la Feria Mundial de Japón en 1970. En 1973 una obra suya apareció en La montaña sagrada, película de Alejandro Jodorowsky. No me extrañó que haya trabajado con artistas como Pedro Friedeberg, Chucho Reyes, Fernando García Ponce, Mathías Goeritz, Bridget Tichenor, María Félix y Pita Amor
, añadió.
Manuela de Laborde conoció a Glass desde su infancia, ya que era amigo de varios de sus familiares.
De acuerdo con la cineasta, durante la pandemia el artista empezó a preocuparse por lo que iba a pasar con la extensión de su obra que no necesariamente es fijada en cajas. Siento que le importaba que hubiera un registro de la casa
. A Glass le gustó el trabajo hecho por De Laborde: “Tuvimos un screening juntos. Este material era toda su vida”.
Argüelles consideró superatinado haber escogido como portada del catálogo una imagen del baño de Alan, uno de los lugares más increíbles de la casa, con su colección enorme de abanicos y vitrinas con cajitas de todos lados
.
Presente en el acto, Carlos de Laborde, amigo cercano de Glass por 40 años, trajo a colación los dibujos que éste hacía cuando en el verano de 1956 era portero del Club Saint-Germain-des-Près, en París. Durante el turno de noche, realizaba dibujos abstractos automáticos con el recién inventado bolígrafo, lo que llamó la atención de André Breton.
Esos dibujos estuvieron perdidos durante 60 años por una serie de historias muy sorprendentes
, apuntó De Laborde. Volverlos a encontrar proporcionó a Alan una “enorme paz. Decía que representaban el desarrollo por el que tuvo que pasar para llegar a las cajas. Recientemente encontramos una cajita de 40 por 40 centímetros, toda blanqueada como en las tiendas comerciales, con el título Próxima inauguración. Probablemente se trata de la primera de sus cajas y representa un parteaguas entre éstas y sus dibujos”.
Alan Glass. Sorprendente hallazgo permanecerá hasta el 23 de febrero en el Museo del Palacio de Bellas Artes.