Goma. Las fuerzas de seguridad de la República Democrática del Congo intentaban ayer frenar el avance de los rebeldes del M23, respaldados por Ruanda, quienes afirmaron haber capturado Goma tras entrar en la ciudad más poblada del este del país, mientras funcionarios de la Organización de Naciones Unidas (ONU) reportaban violencia, saqueos y la presencia de cadáveres en las calles.

Los funcionarios señalaron que los hospitales están saturados en Goma, un centro comercial y humanitario que ha servido de refugio para cientos de miles de personas que huyen de los disparos y bombardeos, en la mayor escalada de uno de los conflictos más prolongados de África.

La violencia resonó lejos de Goma, debido a que manifestantes en la capital del país, Kinsasa, atacaron por lo menos 10 embajadas, incluidas las de Francia y Estados Unidos, que instaron a sus ciudadanos a abandonar la ciudad.

Los rebeldes del M23 son uno de los aproximadamente 100 grupos armados que luchan por obtener un punto de apoyo en la provincia de Kivu del Norte, azotada por el conflicto, que incluye a Goma y es rica en minerales críticos para gran parte de la tecnología mundial.

Violaciones y ataques a organismos humanitarios

Hubo reportes de violaciones y otras vejaciones a mujeres cometidas por los combatientes, saqueos a propiedades, entre ellas un almacén humanitario, e instalaciones de salud afectadas en la ciudad, dijo Jens Laerke, portavoz de la oficina de asuntos humanitarios de la ONU, en una conferencia de prensa.

La situación humanitaria en y alrededor de Goma sigue siendo extremadamente preocupante, y esta mañana (hubo) fuego intenso de armas cortas y disparos de mortero en toda la ciudad, así como la presencia de muchos cadáveres en las calles, dijo Laerke, y agregó que los hospitales enfrentan dificultades para manejar la afluencia de heridos.

Muchas personas seguían huyendo hacia Ruanda y quedaron atrapados en tiroteos entre los soldados congoleños y los rebeldes.

Decenas de manifestantes, mientras tanto, saquearon y prendieron fuego a partes de por lo menos 10 edificios de embajadas extranjeras lejos en la capital, Kinsasa, incluidas las de Ruanda, Estados Unidos, Francia, Bélgica y Kenia.

Los manifestantes exigieron que la comunidad internacional condene a Ruanda por su participación en el conflicto.