Alerta FAO sobre vulnerabilidad del corredor seco
en Centroamérica
Martes 28 de enero de 2025, p. 21
Santiago. Las variaciones del clima y los eventos extremos como sequías, inundaciones y tormentas afectan a por lo menos a 20 países de América Latina y ponen en riesgo los avances que ha logrado la región en la reducción del hambre y la desnutrición, dio a conocer ayer un informe de cinco agencias de la organización de Naciones Unidas.
América Latina y el Caribe es la segunda región del mundo más expuesta a eventos climáticos extremos después de Asia, según el informe de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Los acontecimientos extremos, que afectan a 74 por ciento de los países analizados, reducen la productividad agrícola, alteran las cadenas de suministro de alimentos, aumentan los precios y afectan los entornos alimentarios, poniendo en riesgo los logros alcanzados en la reducción del hambre y la desnutrición en la región
, agrega el reporte.
De acuerdo con el organismo, 14 países de América Latina y el Caribe pueden ver restringido su acceso a alimentos, lo que se conoce como subalimentación
, a raíz de la crisis climática.
En su informe Panorama regional de la seguridad alimentaria y la nutrición 2024
, la FAO llama especialmente la atención sobre la vulnerabilidad del llamado corredor seco
de Centroamérica, frente a las sequías prolongadas.
Esta franja de territorio se extiende desde el sur de México hasta una región de Panamá, pasando por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
Padecen hambre y escasez 41 millones en la región
En el caso de las cifras de hambre e inseguridad alimentaria, el informe señaló que en los dos casos la región logró un retroceso.
De acuerdo con el informe, el hambre afectó a 41 millones de personas en la región durante 2023. Esto representa una disminución de 2.9 millones de personas respecto a 2022 y de 4.3 millones de personas respecto a 2021.
La región también demostró mejoras en la inseguridad alimentaria moderada o grave por segundo año consecutivo y cayó bajo el promedio mundial por primera vez en 10 años.
El informe señala que unas 187.6 millones de personas en la región experimentaron inseguridad alimentaria, 19.7 millones menos que en 2022 y 37.3 millones menos que en 2021.