Blindajedel espacio aéreo redujo 86% los vuelos que trafican drogas: Defensa
Destaca el general Víctor Hugo Lozano las fortalezas operativas del Cenavi
Domingo 26 de enero de 2025, p. 6
El blindaje
del espacio aéreo nacional ha disuadido –entre 2018 y 2024– en 86 por ciento los vuelos ilícitos en los que se trafica droga, debido al fortalecimiento de las capacidades humanas, tecnológicas y operativas del Centro Nacional para la Protección y Vigilancia del Espacio Aéreo (Cenavi), de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), informó el general y piloto aviador Víctor Hugo Lozano García.
En entrevista con La Jornada, el titular del Cenavi señaló que las actividades del organismo bajo su mando no sólo están enfocadas a la identificación, seguimiento y alertamiento de tropas para detener actividades ilícitas; también participan en labores de asistencia para aeronaves que presentan alguna emergencia durante sus operaciones, y apoyan a las autoridades aeroportuarias en cuanto al buen desarrollo de las actividades que se realizan de manera cotidiana en las terminales y aeródromos del país.
Las labores de lo que hoy es el Cenavi se iniciaron en 1991, cuando en México operaba Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, y dirigía el cártel de Juárez, organización que utilizaba aeronaves para el traslado de cocaína de Colombia a México.
La misión, dijo Lozano, es vigilar y proteger el espacio aéreo mexicano, inhibiendo y contrarrestando las operaciones aéreas ilícitas mediante la coordinación a nivel federal de las tareas de detección, identificación, interceptación y neutralización de las amenazas aéreas
.
El titular del Cenavi encabeza el organismo encargado de vigilar y proteger el espacio aéreo dirigiendo a 106 integrantes de diferentes armas y servicios de la Defensa, así como un gran grupo de controladores aéreos que vigilan y verifican cada avión y helicóptero que surca los cielos del país.
Para ello, el Cenavi cuenta, además de sus integrantes en el centro operativo, con la información que aportan radares fijos y otros que se operan desde aeronaves de ala fija (F-5, King Air, Embraer 145 y Texan 6C), por lo que los de turbohélice funcionan como plataformas de vigilancia; también con naves que se utilizan para realizar operaciones de intercepción aérea, drones y helicópteros Cougar, Bell B-407 y Black Hawk, que parten de las distintas regiones de la Fuerza Aérea para apoyar tareas de seguimiento y combate a estos ilícitos.
En el centro de operaciones existen diversas tareas desde las cuales se realizan labores de vigilancia, inteligencia, verificación y seguimiento, a fin de detectar las aeronaves que pudieran estar en riego por algún incidente en vuelo y requirieran apoyo logístico o bien realizar operaciones de búsqueda y rastreo en caso de percances que motive alguna emergencia.
Los seguimientos de este tipo de aeronaves activan los protocolos de alerta para las regiones militares y aéreas una vez que ingresan al espacio nacional. Los vuelos ilícitos son vigilados desde drones o las plataformas aéreas, así como por los sistemas de radar hasta los puntos donde aterrizan y asegurar los cargamentos.
En el aspecto internacional, tenemos coordinación con 12 países de Centro, Sudamérica y Estados Unidos respecto de cualquier traza de interés que pueda afectar nuestra soberanía; ellos nos dan información, y si nosotros tenemos conocimiento de alguna traza de interés que cruza el espacio mexicano, dirigiéndose hacia el norte, podemos enviar información en caso necesario
, apuntó Lozano.
Uno de los casos en que las operaciones de seguimiento e intercepción dieron resultados positivos, fue en octubre de 2024 en Oaxaca, donde una aeronave tipo Cessna 210 aterrizó a 16 kilómetros de San Francisco Ixhuatlán con más de 500 kilos de cocaína.