México deberá desarrollar oportunidades laborales y educativas para los jóvenes que sean deportados por la administración de Donald Trump, pues se trata de un sector de la población que cuenta con muchas habilidades y competencias, principalmente tecnológicas, afirmaron especialistas en migración y economía.

En entrevista con La Jornada, José María Ramos, profesor-investigador de El Colegio de la Frontera Norte (Colef) y especialista en migración y la relación México-Estados Unidos, alertó que el reto para los sectores productivo y laboral del país es tratar de cambiar sus estrategias para dar opciones a estos jóvenes migrantes, sobre todo en el contexto de las dos iniciativas gubernamentales: el Plan México y el que busca impactar el desarrollo empresarial.

Consideró que deben articularse esfuerzos para impulsar una economía social solidaria que permita a estos jóvenes en situación de vulnerabilidad retornar a México y tener incentivos para generar emprendimientos creativos y culturales en función de sus capacidades.

De acuerdo con datos de la ONU, más de 11 por ciento de los 271 millones de migrantes del mundo tienen entre 15 y 24 años, por lo que las naciones de acogida deben garantizar su acceso a la educación o a la formación para el trabajo.

Ramos destacó que jóvenes indocumentados protegidos por la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) podrían ser obligados a regresar a México.

De acuerdo con estimaciones oficiales, son más de 500 mil jóvenes que pueden ser, si reciben el apoyo necesario, un impulso al desarrollo económico del país, indicó.

Por su parte, José Pineda Osnaya, académico del Departamento de Producción Económica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Xochimilco, dijo que los jóvenes migrantes tienen capacidades y habilidades que podrían beneficiar a México; podemos aprovecharlas, pero necesitan oportunidades. Son personas que vienen calificadas y muy disciplinadas en el trabajo. Van a ser una competencia muy fuerte para los mexicanos que estamos acá. Ese es el desafío.

Coincidió en que el gobierno federal debe darles apoyo para crear negocios propios, porque lo han hecho en Estados Unidos; muchos de ellos tienen experiencia en el trabajo en servicios y son muy competitivos.