De locos, bufones y adictos al poder
ady Gaga, en el Louvre? ¿Y pintando una sonrisa con lápiz labial rojo sobre el cristal que protege a la Mona Lisa? Sí, a la cantante, compositora, productora, bailarina, actriz y activista social se le ve además por medio de un video paseando en la noche por los pasillos del mítico museo. Y pintando. El motivo: ella es, junto con Joaquin Phoenix, la protagonista de la película Joker 2 ( Guasón).
Y por eso hace parte de la novedosa exposición que el Louvre ofrece estos meses sobre el bufón, personaje cómico omnipresente en la cultura medieval. Si bien al principio el pensamiento religioso de esa época lo calificó de loco, un lunático que rechazaba a Dios
, pronto adoptó otra personalidad: la del cómico que decía las verdades a sus vecinos y después ante el rey.
Del loco o bufón se ocuparon especialmente en la Edad Media pintores y escritores. En el siglo XV, por ejemplo, después de la Biblia, el segundo libro más vendido en Europa fue La nave de los locos, de Sébastien Brant, publicado en Basilea.
Pronto los artistas y los escritores perdieron el miedo a esos locos y los convirtieron en temas de sus obras. Como Peter Brueghel y El Bosco, o Francisco de Goya, con un grabado incluido en la exposición: El sueño de la razón produce monstruos, y un óleo de 1794: Corral de locos.
Por primera vez se exhibe una de las más enigmáticas pinturas en poder del Louvre tras varios años de restauración: el Pierrot, de Antoine Watteau (1684-1721). Cierra la exposición el Retrato del loco, de Gustave Courbet.
También aparecían en los juegos de cartas, en el de ajedrez proveniente del mundo árabe (el alfil en español, el fou
, loco en francés). Por su parte, Erasmo de Rotterdam publicó en 1501 su exitoso Elogio de la locura, defensa del pensamiento heterodoxo en un mundo sometido a la intolerancia religiosa.
En fin, a través de 327 pinturas, dibujos y objetos, desfilan desde bufones ingeniosos hasta payasos lascivos, hombres locos y artistas subversivos que viven al margen de la sociedad.
Una nueva mirada sobre cómo se representó a esta figura desde el siglo XIII al XVI y durante el Romanticismo. Hoy, unos locos ansiosos de poder, distintos a los de antaño, generan las crisis que vive el mundo.