Donald Trump, toc, toc // Salvaje cacería de inmigrantes // ¿Limpieza étnica hitleriana?
omo bien obsesivo compulsivo que es, Donald Trump dice que lo suyo es emprender una deportación masiva
de inmigrantes, aunque en realidad lo que encabeza y promueve es una despiadada cacería (y limpieza étnica no distante de las prácticas hitlerianas con los judíos) de hombres, mujeres y niños que de forma indocumentada ingresaron a territorio estadunidense –y aun en contra de los que, hijos de aquellos, en él nacieron– con el único objetivo de mejorar sus condiciones de vida ante la imposibilidad de lograrlo en su tierra natal.
El nuevo inquilino de la Casa Blanca no entiende racionalmente la política, la diplomacia ni la negociación, porque según él todo se arregla
por medio de la agresión, por lo que en apenas tres días de megalomaníaco cuan furioso ejercicio presidencial se ha dedicado a arremeter contra todo y todos, y como parte de la anunciada deportación masiva
–una suerte de solución final
rediviva–, Trump giró instrucciones al Departamento de Seguridad Interna para que los criminales ya no puedan esconderse en escuelas, iglesias y hospitales
, al tiempo que irá con todo en contra de las llamadas ciudades santuario.
Y fue precisamente en una Iglesia, la Catedral Nacional en Washington, donde Trump sufrió de un intenso ataque de gastritis. La obispa Mariann Edgar Budde le restregó en la cara: en el nombre de Dios le pido se apiade de las personas de nuestro país que ahora tienen miedo; hay niños, gays, lesbianas y transexuales en familias demócratas, republicanas e independientes, algunos de los cuales temen por sus vidas. Y las personas que recogen nuestras cosechas, limpian nuestros edificios de oficinas, trabajan en granjas avícolas y plantas de envasado de carne, lavan los platos después de comer en los restaurantes y trabajan en los turnos de noche en los hospitales: puede que no sean ciudadanos o no tengan la documentación adecuada, pero la gran mayoría de los inmigrantes no son delincuentes. Pagan impuestos y son buenos vecinos. Son fieles miembros de nuestras iglesias, mezquitas, sinagogas, viharas y templos. Le pido que tenga piedad de aquellos en nuestras comunidades cuyos hijos temen que sus padres sean llevados, y que ayude a quienes huyen de zonas de guerra y persecución en sus propias tierras a encontrar compasión y acogida aquí. Nuestro Dios nos enseña que debemos ser misericordiosos con el extranjero, porque todos fuimos extranjeros en esta tierra
.
Efectivamente, la deportación masiva
afectará a muchos indocumentados y de estancia legal, pero también a millones de estadunidenses, porque, en 2022, aquellos representaron la mayor proporción de trabajadores en agricultura, pesca y silvicultura (43 por ciento del total; en 2024 se habla de 70 por ciento); en construcción y extracción (29 por ciento); empleadas domésticas y limpiadores (24 por ciento). Los inmigrantes superaron en número a los trabajadores nacidos en Estados Unidos en algunos empleos, como los de manicuristas/pedicuristas (73 por ciento), taxistas (57) e instaladores de paneles de yeso y cielorrasos (53) y muchos más, según información del Centro de datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, citada por el Pew Research Center.
Este último detalla que de 1840 a 1919, alrededor de 90 por ciento de los inmigrantes a estados Unidos provenía de Europa. A partir de 1965, cerca de la mitad de ellos provienen de América Latina, aproximadamente una cuarta parte de México y una proporción igual de Asia. En 2022, la mayoría de los inmigrantes –documentados o no– vivían en cuatro estados (California, Texas, Florida y Nueva York), y ese mismo año 63 por ciento de la población nacida en el extranjero vivía en las 20 áreas metropolitanas importantes, entre ellas LA, Nueva York y Miami.
Pero como Trump sufre TOC (trastorno obsesivo compulsivo), no entiende nada ni mide consecuencias, ha emprendido una salvaje cacería de los más desprotegidos. Por cierto, la Presidenta informó que el pasado martes hablaron ya por teléfono el canciller Juan Ramón de la Fuente y el secretario de Estado Marco Rubio. Iniciaron las conversaciones y fueron buenas y muy cordiales
.
Las rebanadas del pastel
Clases gratis de geografía y legalidad para Donald Trump, por cortesía de la Organización de Naciones Unidas: ningún país debe cambiar de manera unilateral nombres geográficos bien establecidos; muchas de las convenciones de denominación están bien establecidas y no son realmente competencia de ningún Estado en particular
. Entonces, no hay vuelta de hoja ni capricho gringo que valga: el Golfo de México se llama Golfo de México.
X: @cafevega