Se mantiene intensa la actividad en las colonias de Juárez donde los extranjeros esperan para ir al otro lado
Lunes 20 de enero de 2025, p. 3
El Paso. Un día antes de que Donald Trump retome la Casa Blanca, Antonio y su familia –oriundos de Zacatecas– obtuvieron una simbólica victoria: lograron cruzar el infranqueable
muro fronterizo.
Fue un sufrido triunfo: él, su esposa y sus dos pequeños –una niña de cuatro años y un menor de dos– esperaron varios días en una casa de seguridad. La noche del sábado se les informó que ese era el día
.
Apretujados en una pollera
(camioneta), salieron junto con otras personas migrantes de diversas nacionalidades en medio de la oscuridad de la madrugada.
Varios minutos después bajaron del vehículo –relata– en un terreno seco e irregular, lleno de maleza, la tierra era muy dura
. Lo más impactante fue el cruce por el río: a esas horas de la madrugada la sensación térmica en la franja fronteriza era de menos 8 grados centígrados.
Antonio, de 31 años de edad, evita entrar en detalles de cómo o por dónde fue el brinco
, que costó 9 mil dólares (unos 180 mil pesos).
Cuenta, en cambio, parte del traumático momento que enfrentaron. Él y su esposa se paralizaron al ver el sufrimiento de sus hijos por el ambiente helado. Fue la niña la que se puso mal.
Pensé que se moría. La libramos gracias al coyote
, narra mientras reposa de la agotadora jornada en la sala de espera de la estación de autobuses Limousine Express, de esta ciudad fronteriza estadunidense, desde donde salen corridas a otros estados del país, sobre todo al este.
Casi hundido en una de las bancas –apenas puede cargar a su hija que, rendida, duerme en sus brazos– continúa: cuando la niña no podía seguir más, tomaron una terminante decisión, su esposa e hijo menor se adelantaron y subieron a una camioneta que esperaba a quienes cruzaron; él se quedó a atender a la pequeña con el apoyo del traficante de personas.
Pretende llegar a Albuquerque, Nuevo México, más de 420 kilómetros al norte de El Paso. Sólo queremos trabajar, buscarle una buena vida a los hijos
.
Sobre el retorno de Trump y sus amenazas de endurecer la política antimigrante, Antonio sintetiza: “Ese señor está loco…”
De pronto, un hombre, que al parecer conoce, se acerca, se sienta a su lado y le hace un ligero gesto. En ese momento, el zacatecano prefiere callar, no dice más.
El magnate, quien este lunes jurará para un segundo periodo presidencial en Estados Unidos, ha advertido que al asumir el poder emprenderá deportaciones masivas.
Cifras de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos muestran que en los cuatro años de la administración de Joe Biden –quien hoy deja el mandato– fueron deportadas 545 mil 252 personas, 42 por ciento menos que durante el primer periodo de Trump.
Granjas de pollos
Del lado mexicano de la frontera, la noche del sábado, La Jornada pudo hacer un recorrido por colonias de Ciudad Juárez donde guardan a los pollos (migrantes)
, a las que algunos se refieren como granjas
.
Se trata de una región que fue la cuna del cártel de Juárez, y de su brazo armado La Empresa, particularmente una conocida como La Cima.
No fotos, no videos
, es la condición para poder entrar a estos barrios ubicados al noroeste de la urbe fronteriza, cerca del muro y del llamado Cerro de la Cruz –que se alza tanto del lado de Chihuahua, como en los estados de Texas y Nuevo México-, montaña por donde es habitual el tráfico de migrantes, aseguró la persona que encabeza el recorrido, quien prefiere guardar su identidad por motivos de seguridad.
Al transitar por colonias como Felipe Ángeles, Altavista, Ampliación Francisco Sarabia, La Conquista, Rancho Anapra, entre otras, se pueden constatar altos grados de marginalidad y pobreza.
Se erigieron en los cerros y resaltan casas a medio construir, calles con baches o sin pavimentación, escasas luminarias públicas y construcciones en peligrosas laderas.
Sin embargo, un par de elementos rompen con ese entorno: hay gran cantidad de casas de cambio de divisas e inmuebles de dos o tres pisos. Estos últimos, de acuerdo con el guía, son las casas de seguridad
donde hay migrantes, armas, dinero y drogas.
En el trayecto fueron visibles al menos dos polleras
, como también llaman a las camionetas en las que transportan a personas migrantes para llevarlas a la travesía de cruzar el muro. No hay presencia de la policía local, del Ejército ni de la Guardia Nacional.
Todo aquí es en clave: Bajen las cajas
, oportunidad para llevarse a los migrantes; carguen las polleras
, el transporte, o los pollos
, los migrantes.
Quien acompañó a los reporteros sostuvo: “en estos sitios es lo cotidiano, todos saben de lo que se trata. Muchas veces está metida gran parte de la familia, hermanos, primos, sobrinas, todos están en el negocio. Hay adolescentes de 16 o 17 años a los que preguntas por qué andan en esto, y responden: ‘con este dinero me puedo comprar lo que yo quiera, y sólo es un día sin dormir’”.
Un beso del otro lado
Ayer, pasado el mediodía, en El Paso, La Jornada encontró casualmente al colombiano Jabber y su compañera venezolana, con quienes había dialogado la víspera antes de que cruzaran a Estados Unidos gracias a la cita del CBP One.
Caminaban por las inmediaciones de una estación de autobuses –enfrente de la cual hay un mural con rasgos netamente mexicanos (desde la Virgen de Guadalupe hasta Pancho Villa)– y lucían felices.
Estuvieron casi 12 horas en migración, pero les dieron cita ante una corte para seguir su proceso de asilo en un mes y 10 días.
Con un beso celebraron su momentáneo éxito, caminaron, tomados de la mano, alejándose para abordar un autobús rumbo a Colorado, donde vive el hermano de ella.
Cerca de la avenida Oregon, Sergio Pérez, originario de Ciudad Juárez –quien desde 2007 es residente en Estados Unidos y tiene una empresa dedicada a pintar casas–, hizo una pausa en su jornada. Consideró que Trump no representará peligro para los trabajadores hispanos.
En cambio, afirmó, con el republicano habrá trabajo. El riesgo es para quien esté delinquiendo. Un trabajador, aunque no tenga papeles, no le va a pasar nada
.
No lejos de ahí, aparecieron varias camionetas de alta gama que realizaron una caravana pro Trump. A su paso, decenas de personas que transitaban por la zona mostraron su apoyo, ya sea tocando sus bocinas, saludando y levantando los pulgares.
El día llegó, este lunes el republicano jurará sobre la Biblia para un nuevo periodo de cuatro años.