Domingo 19 de enero de 2025, p. 14
Pekín. Ser madre nunca estuvo en sus planes. La idea ha ido tomando forma en años recientes a raíz de que el reloj biológico
marca el fin de la etapa reproductiva y su papel como hija única conlleva la responsabilidad velada de mantener la estirpe. Con 37 años, Yi Fang, una reportera instalada en Pekín, duda entre sus perspectivas familiares y la idea de tener hijos. Sin un esposo, para ella es casi imposible concretar cualquier plan de maternidad.
La fecundación in vitro y congelación de óvulos, un par de recursos que mujeres solteras ocupan alrededor del mundo, son un tabú mezclado con prohibición en China. Los médicos sólo pueden ofrecer estos servicios a matrimonios heterosexuales que tienen problemas para procrear. Sin embargo, algo se ha ido moviendo en el país: de inicio la necesidad de revertir la política de hijo único que dominó por más de tres décadas.
El mercado de servicios de fertilidad de China generó ingresos por 3 mil 320 millones de dólares en 2023 y se espera que alcance los 5 mil 894 millones de dólares en 2030, de acuerdo con proyecciones de la compañía Grand View Research. Se prevé que esta industria crezca a un ritmo de 8.5 por ciento anual al menos los próximos cinco años, pese a ser un sector que no opera a todo su potencial debido al marco normativo.
Research Markets lleva esta proyección más alto: prevé que el mercado chino de fecundación in vitro alcance 9 mil 40 millones de dólares en 2030. “China está atravesando una importante disminución de la población y está tomando medidas urgentes para afrontarla. Como estrategia para este problema, podría planificar la liberalización de los centros de tratamiento de fertilidad in vitro (FIV)”.
Yi cuenta un poco sobre la presión alrededor del matrimonio-maternidad como parte de la generación del hijo único. Todos los hombres de mi edad ya están casados
, asegura; pero más allá de una pareja, su mayor presión es darle nietos a sus padres. Sin embargo, tenerlos sola no está en sus planes. En parte por las regulaciones en reproducción asistida que en la mayoría del país sólo está disponible para parejas heterosexuales y mujeres con cáncer de ovario.
China fue por más de siete décadas el país más poblado del mundo, pero la sociedad ha cambiado. Además de un mayor poder adquisitivo, los niveles más altos de educación y la incursión de las mujeres en el mercado laboral ha provocado un aplazamiento de la maternidad o de plano no está en los proyectos de vida de la población más jóven (bit.ly/4andBtX). También la regulación ha cambiado, la política del hijo único quedó atrás, incluso ahora se promueve con subsidios que los matrimonios tengan tres.
El obstáculo de las mujeres solteras para obtener servicios de FIV y congelamiento de óvulos no es infranqueable. Yi comenta que al parecer en ciertas regiones, algunas clínicas proveen el servicio y eso aparte del llamado turismo reproductivo
, que tiene uno de los casos más sonados en Ye Haiyang, una empresaria de cosméticos que compró espermatozoides de alta calidad
en Estados Unidos para procrear cuatro hijos.