Tibú. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció ayer la suspensión de las negociaciones de paz con la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), tras una violenta jornada que dejó más de 30 muertos en la frontera con Venezuela, de acuerdo con un balance oficial.

Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, que no tiene ninguna voluntad de paz, señaló Petro desde su cuenta de X.

Los hechos de violencia se registraron antier en los municipios de El Tarra, Convención, La Gabarra, Teorama y Tibú, en el departamento de Norte de Santander, donde incluso se reportaron ataques del ELN contra una facción de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que mantienen un diálogo de paz con el gobierno.

Se inició una confrontación entre el ELN y las FARC. El saldo hasta el momento es de más de 30 muertos y más de 20 heridos, indicó en un video el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, quien también denunció el confinamiento de los habitantes de varias poblaciones.

La ofensiva del ELN en esa provincia, cerca de la frontera con Venezuela, provocó el desplazamiento de civiles, además de la condena de Naciones Unidas.

En tanto, la defensora del Pueblo Iris Marín acusó al ELN de estar yéndose directamente contra la población civil y de que va casa por casa para asesinar a personas que considera afines a las disidencias de las FARC. Añadió que ésa es una disputa, de una parte, por las rentas ilegales, por el control poblacional y de la frontera con Venezuela.

La estatal Agencia para la Reincorporación y Normalización confirmó en un comunicado que al menos cuatro firmantes de paz fueron asesinados en Catatumbo durante los combates entre el ELN, las llamadas disidencias y otros grupos armados.

Según reportes de medios locales, en algunas localidades, miembros del ELN fueron casa por casa para buscar firmantes de paz con el fin de ejecutarlos, de acuerdo con la agencia informativa Sputnik.

La jefa de la delegación del gobierno en los diálogos de paz con el ELN, Vera Grabe, declaró: nosotros habíamos advertido en la mesa desde noviembre, porque nos habían llegado noticias de que la situación se estaba complicando en el Catatumbo; habíamos advertido que se atendiera esa situación porque iba a ocurrir lo que efectivamente pasó.

A su vez, el ELN emitió un comunicado en el que justificó sus acciones, en respuesta a las insaciables inmundicias de las disidencias de las FARC en la región, lideradas por “el autodenominado ‘comandante’ Richard”, que no sería más que “un paramilitar más, igual que toda su cúpula. Le informamos que seguirá corriendo sangre en Catatumbo hasta que no se entregue, expuso el organismo, luego de advertir a todos los comerciantes y civiles que colaboran con dinero con este grupo armado que dejen de hacerlo o serán declarados objetivo militar.

El hombre al que hace referencia el escrito es Richard Suárez, uno de los cabecillas del Frente 33, también conocido como Bloque Magdalena Medio, y que según el diario El Tiempo está presente en la mesa de diálogo con el gobierno.