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Conmuta el presidente Joe Biden penas a casi 2 mil 500 condenados
 
Periódico La Jornada
Sábado 18 de enero de 2025, p. 23

Washington. El presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, conmutó ayer casi 2 mil 500 penas de condenados por delitos no violentos relacionados con drogas, convirtiéndose así en el mandatario que más indultos y conmutaciones concedió durante su mandato.

Esta acción es un paso importante para corregir errores históricos, disparidades en sentencias y ofrecer a las personas que lo merecen la oportunidad de regresar a sus familias y comunidades después de pasar demasiado tiempo entre rejas, explicó el mandatario mediante un comunicado.

Otorgar clemencia, expuso, proporciona alivio a individuos que recibieron sentencias largas basadas en distinciones sin fundamento: “entre crack y cocaína en polvo, así como en aumentos de penas obsoletos para delitos de posesión de estupefacientes”.

Agregó que aún podría haber más acciones de este tipo y prometió utilizar el tiempo que queda hasta que el mandatario electo, Donald Trump, jure el cargo el lunes para continuar revisando conmutaciones y perdones adicionales.

Biden también anunció que la Enmienda de Igualdad de Derechos (ERA, por sus siglas en ingles) debería considerarse una adición ratificada a la Constitución de Estados Unidos, en una declaración simbólica que no modificará una lucha de décadas por la igualdad de género.

Ya es hora de reconocer la voluntad del pueblo estadunidense, indicó, al tiempo que el director de los Archivos Nacionales expuso que la enmienda no puede ser certificada debido a que no fue ratificada antes de una fecha límite establecida por el Congreso.

Por su parte, un alto funcionario del gobierno informó bajo condición de anonimato que el demócrata no ordenó a esa agencia que certificara la enmienda, evitando así lo que se pudo convertir en una batalla legal sobre la separación de poderes.

Claudia Nachega, líder del partido Joven Feminista, explicó a la agencia estadunidense de noticias The Associated Press que certificar la ERA señalaría el comienzo de una nueva etapa que da una oportunidad de lucha para sobrevivir a una segunda presidencia de Trump, de ideas ultraderechistas sobre la población femenina.