Dirigió las cintas El hombre elefante, Terciopelo azul y Corazón salvaje, entre otras
Viernes 17 de enero de 2025, p. 7
El director de culto David Lynch, cuyos trabajos como Cabeza de borrador, Carretera perdida, Dunas y El hombre elefante, entre oras obras vanguardistas, murió ayer a los 78 años, notificaron en un comunicado sus familiares.
“Hay un gran agujero en el mundo ahora que ya no está con nosotros. Pero, como él decía: ‘mantén la vista en la rosquilla y no en el agujero’”, escribió la familia.
Con su cinemática desconcertante y perturbadora, el director de Terciopelo azul y la precursora serie de televisión Twin Peaks dotó al cine hollywoodense de una visión artística única, un estilo narrativo surrealista acompañado de bandas sonoras envolventes, sus trabajos con Angelo Badalamenti hicieron época.
El autor también de Salvaje de corazón y Mulholland Drive, colaboró con actores como Isabella Rosellini, Dennis Hopper, Laura Dern, Anthony Hopkins, KyleMacLachlan, Sheryl Lee, Naomi Watts, Jack Nance y Harry Dean Stanton, entre otros muchos, con los que dejó una obra de las más importantes en la historia del cine.
A pesar de que David Keith Lynch, quien nació el 20 de enero de 1946 en Missoula, Montana, no empatizó con el movimiento artístico fundado por André Breton: el surrealismo, en sus trabajos aparecen transmutaciones, desapariciones y cosas oníricas e inexplicables. En su cine, el director siempre caminó por la cuerda floja, de hecho confesó que nunca había visto Un perro andaluz, la obra germinal del cine surreal y dijo que para él mis películas son perfectamente entendibles
, ese fue su principal atractivo con un sector del público cinéfilo que supo comulgar con sus narrativas desconcertantes, incluso el crítico estadunidense Pauline Kael lo etiquetó como el primer surrealista populista
.
Hijo de un científico investigador agrícola y una profesora de inglés, el joven David Lynch aspiraba a ser pintor. Estudió en la Escuela del Museo de Bellas Artes de Boston, pero abandonó el estudio al cabo de tan sólo un año, diciendo que la experiencia no le inspiró
. En su lugar, viajó por Europa con la esperanza de formarse con el artista expresionista austriaco Oskar Kokoschka; sin embargo, regresó a Estados Unidos dos semanas después de enterarse de que el artista no estaba disponible.
Lynch debutó como cineasta con la cinta Six Men Getting Sick (Six Times) en el lejano 1967 cuando asistía a la Academia de Bellas Artes de Pensilvania. El proyecto era un cortometraje de animación experimental en el que aparecían seis figuras vomitando en secuencia mientras una sirena sonaba en bucle y tenía muchos de los que más tarde se considerarían características del estilo de dirección de Lynch: absurdo, surrealista, imágenes discordantes e inquietantes y, sobre todo, un agudo sentido del humor y la diversión.
El proyecto fue seguido por los cortometrajes The Alphabet (1968), The Grandmother (1970) y The Amputee (1974), este último supuso la primera aparición de Lynch en la pantalla como actor.
La gran oportunidad del director llegó en 1977, con el estreno de su película experimental Eraserhead, que desafiaba el género. La historia de la cinta, tal como es, sigue a Henry Spencer (Jack Nance), quien se encuentra cuidando a un niño monstruoso en una parodia onírica en blanco y negro de los Estados Unidos modernos, su primera obra de culto.
A pesar de (o quizás debido a) su extraña temática, la película logró recaudar 7 millones de dólares con un presupuesto de 100 mil libras y colocó a Lynch no sólo como uno de los cineastas más brillantes y audaces de la época, sino también, contra todo pronóstico, como uno que podía obtener ganancias con su cine experimental y ejemplo del cine surrealista como La edad de oro, de Luis Buñuel, o El año pasado en Marienband, de Alain Resnais, a pesar de críticas desfavorables que la calificaron como un ejercicio de mal gusto repugnante
y con poca sustancia o sutileza
.
Lynch tuvo su primera muestra de aceptación crítica con su relato biográfico de 1980 sobre la vida de Joseph Merrick, El hombre elefante. La película, protagonizada por John Hurt y Anthony Hopkins, fue nominada a ocho premios de la Academia, incluyendo Mejor Película, y vio a Lynch recibir su primera nominación a Mejor Director. Hurt, que protagonizó la película, dijo en su momento que Lynch representaba la llegada de probablemente uno de los mejores directores del siglo XX
, y agregó: ahora hay un hombre que habla el idioma del cine
.
Lynch desarrolló ese lenguaje en los años y décadas siguientes, y dirigió sus obras fundamentales Blue Velvet (Terciopelo azul), Wild at Heart (Salvaje de corazón), Lost Highway (Carretera perdida) y Mulholland Drive, cada una de las cuales cosechó la misma combinación de desconcierto, disgusto, furia, aprecio y, en última instancia, elogios de la crítica a diferencia de sus primeros trabajos. Su último trabajo teatral de larga duración, Inland Empire, se estrenó en 2006, después de lo cual Lynch pasó gran parte del resto de su vida desarrollando proyectos para televisión e Internet, escribiendo y pintando.
Aunque es conocido principalmente como director de cine, quizás el trabajo más duradero de Lynch sea su serie de televisión Twin Peaks. Estrenada a principios de los años 90, la serie se convirtió rápidamente en uno de los programas más intensamente analizados y discutidos de la televisión, con su misterio central de quién mató a la reina del baile Laura Palmer, captando la atención de audiencias de todo el mundo.
A pesar de estar impregnada del surrealismo y la narrativa no lineal característicos de Lynch, el público quedó cautivado desde el principio, ya que la especulación sobre la identidad del asesino se convirtió en tema de conversación en todo el mundo, aunque cuando se descubrió al asesino, el serial dejó de tener interés en su segunda temporada, aunque no por eso resultó igual de cautivante e innovadora, narrativamente hablando. Además, la serie ha sido citada como una gran influencia en programas igualmente aclamados como Lost, The X-Files y True Detective.
En una entrevista de 2024 con Sight and Sound, Lynch reveló que debido a la probabilidad de que contraer covid agravara su enfisema, que se había vuelto tan grave que no podía viajar más que una corta distancia antes de quedarse sin oxígeno, ya no podía dirigir en persona. Sin embargo, esto no le impidió seguir trabajando en varios proyectos en sus últimos años.
Lynch se puso delante de la cámara muchas veces a lo largo de su carrera, sobre todo como el agente de la FBI Gordon Cole en Twin Peaks y como el cineasta John Ford en el final la película de Steven Spielberg The Fabelmans, apenas hace dos años.
A diferencia de sus películas, y de forma muy similar a su vida, Lynch deja un legado indiscutible e inequívoco: será recordado, sencillamente, como uno de los mejores directores de todos los tiempos. Deja una obra que mantendrá ocupados a estudiantes y académicos de cine durante generaciones, pero el simple hecho de su genialidad nunca estará en duda.