Caracas. El canciller de Venezuela, Yván Gil, denunció ayer que la sede diplomática de su país en Noruega fue vandalizada por fascistas y exigió a las autoridades de Oslo dar con los autores, al continuar la ola de agresiones contra legaciones de la república bolivariana tras la investidura de Nicolás Maduro para un nuevo mandato presidencial.

La responsabilidad de la inviolabilidad de las sedes diplomáticas es del Estado receptor, sentenció Gil. Aseguró que el país y el mundo se dan cuenta quiénes son estos desquiciados fascistas, capaces de arremeter contra los intereses del pueblo venezolano.

Gil publicó en Telegram fotografías en que se observan panfletos esparcidos por los atacantes dentro de la sede venezolana.

El 13 de enero, dos días después de la investidura de Maduro como presidente, Caracas denunció un ataque coordinado contra sus consulados en Medellín, Colombia; San José, Costa Rica; Fráncfort, Alemania; Vigo, España; y Lisboa, Portugal, siendo este último el más grave, con el lanzamiento de bombas incendiarias.

Venezuela responsabilizó de las agresiones a los denominados comanditos, organizaciones opositoras vinculadas a la campaña del derrotado ex candidato presidencial Edmundo González Urrutia, quien sin pruebas alega que ganó y es respaldado por Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y varias naciones latonoamericanas.

En tanto, la UE lamentó profundamente la decisión de Venezuela de limitar el tamaño de las embajadas de Francia, Italia y Países Bajos, a sólo tres funcionarios cada una, y llamó a que se revoque de inmediato esta acción unilateral e inaceptable, señaló en un comunicado.

El bloque aseguró que este gesto profundiza el aislamiento internacional de Venezuela.

El gobierno de Maduro justificó la medida por la conducta hostil de esos tres países frente a su relección.

Las restricciones incluyen el movimiento de los citados funcionarios: Los diplomáticos deberán contar con autorización escrita de nuestra cancillería para desplazarse más de 40 kilómetros desde la Plaza Bolívar, en el centro de Caracas, anunció la cancillería.

En respuesta, Países Bajos redujo ayer de cuatro a dos, los puestos diplomáticos venezolanos en su territorio, mientras Italia convocó al encargado de negocios venezolano en ese país para manifestar su protesta.