Para la presidenta Claudia Shein- baum Pardo la mano de obra mexicana será necesaria para la reconstrucción de Los Ángeles, ciudad que ha sufrido una serie de incendios que han destruido miles de hectáreas de bosques, viviendas y otras estructuras en diversos barrios.

En su momento, cuando se dé el proceso de reconstrucción (de esa ciudad), por supuesto, van a requerir mucha mano de obra, y no hay mejores trabajadores de la construcción que los mexicanos, señaló en la mañanera de ayer al reivindicar una vez más la importancia de los connacionales en la economía de México, pero sobre todo en la de Estados Unidos.

Descartó que sea general la idea de que los indocumentados –tanto mexicanos como de otras nacionalidades– son delincuentes, pues ese sector realiza grandes aportaciones al país vecino. Subrayó que su gobierno defenderá esa posición en las negociaciones con Donald Trump.

“No estamos de acuerdo con esta idea de que los migrantes ‘son delincuentes’; habrá alguna persona que podrá haber delinquido, pero eso no quiere decir que no aporten a la economía de Estados Unidos. Eso lo vamos a decir siempre, mantenerlo, y cuando estemos en pláticas formales con el gobierno de Estados Unidos, también lo haremos.”

La mandataria se refirió al tema tras una pregunta sobre los amagos del próximo presidente de endurecer las políticas migratorias una vez que asuma el cargo, el día 20.

Como hizo en su informe por los primeros 100 días de gobierno, Sheinbaum enfatizó que 80 por ciento de los ingresos que generan los paisanos que viven en Estados Unidos se quedan en la economía del país vecino, y el 20 por ciento restante es lo que se envía en remesas a México, que el año pasado ascendieron a alrededor de 65 mil millones de dólares.

Destacó otros datos: siete de cada 10 trabajadores del campo son mexicanos o de origen mexicano; en los sectores de la construcción y de servicios, dijo, gran parte de los empleados son connacionales.

A la pregunta sobre si ya fue invitada a la toma de posesión de Trump –generalmente en Estados Unidos no se convoca a jefes de Estado a esas ceremonias, sino a los embajadores de los países–, la Presidenta insistió: no pasa nada. Estará ahí el embajador de México en Estados Unidos (Esteban Moctezuma), no hay problema.