El mensaje de Karla Martínez, jugadora de Chivas Femenil que pidió el sábado a sus seguidores en redes sociales apoyo económico para solventar los gastos médicos de su mamá, ingresada en terapia intensiva, pone a discusión en Ciudad Universitaria la etapa en que se encuentra la Liga Mx Femenil. Aunque más patrocinadores y plataformas de streaming firman alianzas con los clubes para su desarrollo, la brecha salarial todavía es muy grande, expresa la mediocampista de Pumas, Laura Herrera. Todos lo sabemos, porque no generamos lo mismo.

Luego de hacer el viaje a Torreón con el plantel rojiblanco, Martínez quedó fuera de la alineación titular al atender un llamado de su familia. Estamos pasando por una situación complicada y de gravedad, hemos solventado los gastos necesarios, pero vienen más. Cualquier ayuda, por pequeña que sea, será de gran ayuda para superar esto, escribió sobre una foto que alcanzó más de 500 mil visualizaciones. Uno de los colectivos más numerosos de aficionadas del club, Rojiblancas GDL, realizó la rifa de la camiseta oficial de Alicia Cervantes, con la que llegó a 100 en su carrera.

Les agradezco a todos, familia, amigos y afición por la ayuda que hemos recibido. Mi mamá seguirá en terapia intensiva unos días más, por favor sigan ayudándonos. Significa mucho para mí y mi familia en estos tiempos de angustia, agregó la defensora de 26 años al agotarse los 150 boletos participantes de 75 pesos cada uno. Fueron 11 mil 250 pesos de recaudación, casi el monto del sueldo promedio que tienen las profesionales –8 mil y 12 mil pesos mensuales– en el torneo femenil.

Algunas jugadoras de élite, como Katty Martínez, reciben más de 140 mil, según diferentes reportes, pero la mayoría suele costear gastos de vivienda, nutrición, gimnasio, equipo deportivo y consultas sicológicas, con un segundo empleo además del que realizan profesionalmente. Comisiones del Senado aprobaron en marzo la iniciativa de igualdad salarial en el deporte para establecer un sueldo base, respetar los derechos laborales de los profesionales y garantizar el acceso a la seguridad social. Con votación unánime fue turnada a la Cámara de Diputados, pero no ha sido promulgada.

Mientras los clubes aumentan exponencialmente la asistencia a los estadios y alcanzan salarios más elevados aunque aún insuficientes, la universitaria Laura Herrera plantea que es necesario no sólo mirar lo que hace falta, sino que también las profesionales valoren lo que se ha ganado desde diciembre de 2016, cuando se fundó la Liga Mx Femenil. En Pumas nos dan carro, vamos a buenos hoteles, tenemos comida. Como futbolista hay que valorar lo que nos dan. Me siento muy afortunada, sostiene con cierto desconocimiento de la situación que atraviesa Karla Martínez.

Comparados los números del torneo de mujeres con el monto que recibe el jugador mejor pagado en la Liga varonil –el español Sergio Canales, 7 millones de pesos anuales con Monterrey–, la diferencia sigue lejos. Como parte de un plan institucional para atraer inversores, la UNAM presentó ayer una alianza comercial por tres años con una marca de agua embotellada que tendrá presencia en el estadio Olímpico, la indumentaria del plantel y usará el logo e imagen de las jugadoras en campañas publicitarias.