Tapachula, Chis., Una caravana de migrantes compuesta por unos 250 extranjeros salió ayer por la madrugada de esta ciudad, con el objetivo de avanzar al centro y norte de México.

Agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), acompañados por agentes de la Guardia Nacional, intentaron convencer a los integrantes del grupo de que no caminaran, y plantearon a los indocumentados entregarse a las autoridades para que les ayudaran en sus trámites de regularización, pero no accedieron.

La gente de Migración nos dice que hay un permiso por 36 horas pero no vamos aceptar, vamos a seguir en la caravana. Vamos para adelante en el nombre de Dios, dijo el hondureño Carlos Solís.

Agregó que muchos migrantes que han sido detenidos por el INM han sido llevados a Tuxtla Gutiérrez, otros deportados a Guatemala y otros más son regresados a Tapachula cuando intentan seguir hacia el interior de la República.

Además, buscan salir de Tapachula, la principal ciudad de la frontera sur, porque ahí no hay trabajo y cuando acuden a buscar empleo les piden papeles de estancia regularizada. A esto se aúna que las rentas son caras; antes los extranjeros pagaban por una casa completa y ahora los arrendatarios les cobran por persona.

Este es el octavo grupo que intenta salir de la frontera sur desde el triunfo de Donald Trump en las elecciones de noviembre pasado, apurados por llegar a la frontera con Estados Unidos antes que el magnate asuma el poder.

Los migrantes se organizan a través de redes sociales y forman grupos de WhatsApp para mantenerse en comunicación durante su travesía.

El 5 de noviembre anterior, justo el día de la elección presidencial estadunidense, salieron dos caravanas, una de Tuxtla Gutiérrez y otra de Tapachula. El 20 de noviembre partió otro contingente.

En diciembre, tres grupos salieron de la frontera sur: uno el día dos, otro el 12 y uno más el 18. Apenas el 2 de enero salió un contingente integrado por unos mil 500 extranjeros.