Como parte del debate sobre la prohibición de la fiesta brava en la Ciudad de México, la Comisión de Puntos Constitucionales del Congreso local recibió a representantes taurinos, quienes aseguraron que no permitir esta práctica puede afectar más de 225 mil empleos directos e indirectos en la industria.

Luego de que en noviembre pasado acudieron personas en contra de las corridas de toros, ahora tocó el turno de quienes están a favor; el primero en hablar fue el diputado Pedro Haces, de Morena, quien se declaró taurino y llamó a dejar los radicalismos y purismos que implica la preservación de una tradición.

El empresario Ramiro Alatorre, de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, dijo que en el país suman 266 ganaderías ubicadas en municipios de alta marginalidad, donde laboran campesinos y personas habitantes de esas zonas, por lo que si cierran afectaría el trabajo de miles de ciudadanos de escasos recursos.

Mario Zulaica, de la Plaza de Toros, destacó que la tauromaquia genera un volumen de empleos y desarrollo económico para toda una comunidad, ya que este espectáculo congrega a unos 6 millones de espectadores en toda la República Mexicana; además, genera un universo de profesionales en este espectáculo taurino.

La diputada Martha Ávila, de Morena, señaló que la tauromaquia es tema de interés e importancia que involucra a diferentes sectores, donde hay posiciones encontradas, pero todas muy legítimas, entre los planteamientos para la defensa de los animales y los impactos sociales, económicos y culturales de la actividad.

Consideró relevante la participación ciudadana para tomar las decisiones más adecuadas.