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Detrás de las cámaras de televisión de la ceremonia, prisas y apretujones
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▲ El músico Elton John y la actriz Glenn Close, entre los asistentes a la premiación.Foto tomada del Instagram de la ceremonia.
 
Periódico La Jornada
Martes 7 de enero de 2025, p. 9

Beverly Hills., Los Globos de Oro son un acto social con pausas ocasionales para la entrega de premios. Fueron vistos por 10.1 millones de espectadores, según Paramount; la cifra representa un aumento de 7 por ciento respecto del año pasado, cuando el promedio fue de 9.4 millones. Igual que en 2024, la entrega se transmitió por CBS, subsidiaria de Paramount.

La ceremonia es un juego de segundos dentro del abarrotado salón de baile mientras los famosos intentan dar tantos abrazos y saludos como sea posible antes de que las cámaras vuelvan a transmitir al mundo.

Es una sala complicada de navegar, repleta hasta el borde con mesas de banquete. Algunos eligen quedarse quietos, como Steve Martin, que creó una fortaleza en un asiento bien resguardado y difícil de alcanzar. Otros, como Andrew Scott y el cineasta de Challengers, Luca Guadagnino, parecían no poder permanecer en sus asientos.

Como la primera gran actividad de premiación del año, un campo abierto de contendientes y un grupo relativamente nuevo de votantes, había un poco de anticipación nerviosa en el aire.

El ex Spider-Man Andrew Garfield quedó atrapado entre celebridades. Hizo un gesto de vamos a Zendaya, cuya cola de su vestido de gala naranja quemado de Louis Vuitton resultaba ser un bloqueo. Garfield corrió al rescate, después de darle un rápido beso en la mejilla a Colman Domingo y tomó la parte trasera de la prenda para ayudar a la actriz a navegar las escaleras. Daniel Craig y Kate Winslet intercambiaron saludos.

Angelina Jolie y su hija Zahara se abrieron paso a través del torbellino, mayormente sin ser molestadas. En otro lugar, Miley Cyrus se acercó a la gente de Bebé Reno, antes de encontrar un asiento adecuado cerca de Pamela Anderson y Gia Coppola.

Justo al salón de baile, en una sala fuera de la vista de las cámaras, los asistentes podían reunirse para disfrutar bocadillos extra de Nobu, cocteles y postres. Keith Urban disfrutaba de la comida en la barra de sushi, probando los bocados de jalapeño y pez limón. Pronto se le unieron Ewan McGregor y su esposa Mary Elizabeth Winstead.

Cerca, Kirsten Dunst y su esposo Jesse Plemons se dirigieron directamente a Ayo Edebiri.

Sin pantallas de televisión transmitiendo el espectáculo en vivo, era fácil perderse las indicaciones de los comerciales y las categorías. Así fue como Margaret Qualley accidentalmente se perdió el momento del triunfo de su coprotagonista Demi Moore y su emotivo discurso.

Para los espectadores en casa, los cortes comerciales pueden parecer una eternidad, pero en la sala nunca hay tiempo suficiente para ir al baño, conseguir una bebida en el bar (las mesas sólo tenían champán, vino y agua) o para charlar.

Después de su bocado de sushi, Urban encontró el camino de regreso con Nicole Kidman y al grupo de Wicked, pasando bastante tiempo hablando animadamente con Ariana Grande. Fueron interrumpidos para posar para una foto, pero pronto retomaron la plática donde la dejaron. Cerca, Cara Delevingne se acercó a saludar a Cynthia Erivo, mientras Kidman era saludada por Naomi Watts.