La búsqueda de última hora de muñecos de acción, Barbies, consolas, patinetas, bicicletas, pistolas de hidrogel, Labubus, Ternurines y hasta drones solicitados a los Reyes Magos derivó en aglomeraciones en Tepito, La Lagunilla, la zona oriente del Centro Histórico y puestos ambulantes, ante el gran número de ayudantes de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Como cada año, los padres esperaron hasta el último día para encontrar un mejor precio o negociar una rebaja y cumplir con las peticiones solicitadas por los pequeños en sus cartas, lo cual no fue posible en la mayoría de los casos.

El alto precio de lo solicitado y la gran demanda de juguetes como escúters, bicicletas, muñecas, Labubus y Ternurines provocó que estuvieran agotados y se ofrecieran algunos similares a un menor costo, mismos que no atraían su atención.

No vale la pena comprar una cosa de esas chinas que te duran un día; mejor buscamos otra cosa que le pueda gustar, aunque no lo haya pedido nuestro hijo, porque no estamos para regalar el dinero, comentaron Natalia y José.

Los 2 mil 200 pesos estimados por la Cámara de Comercio para la compra de juguetes, dijeron, “están muy por debajo de lo que gastamos, porque todo está caro, fue más del doble entre una bici, una muñeca, un Spiderman y unos tenis”.

De lo actual y lo pasado

Otros entrevistados decidieron buscar algo parecido y más barato, pero bueno, porque lo que tenían estimado gastar “no alcanza o está agotado, como el monito peludo del Labubu dorado, y el que nos ofrecen se ve muy chafa”.

Los juegos de té, las estufitas, los juegos didácticos y de mesa pasaron de moda; ahora son robots, consolas y celulares de marca que están fuera de nuestro alcance; y no encontramos ni una de las cinco cosas que pidió nuestro hijo, expresaron a su vez Luisa y Pedro.

Los gritos de ofertas en los puestos atraían la atención de la gente, que aprovechaba para llevarse unos tenis en 250 pesos, unos carritos en 50, una pelota en 20 o una pistola de hidrogel con municiones recargables y miras telescópicas en 700 pesos.

Una vez cumplida su misión, los ayudantes de los Reyes Magos se fueron caminando, en Metro, Metrobús, Trolebús o en auto, como llegaron, cargados con grandes bolsas de plástico, cajas o con la bicicleta, escúter o triciclo protegido con cartón y cinta adhesiva.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana y las alcaldías desplegaron un dispositivo de seguridad y vigilancia en las inmediaciones de tiendas departamentales y de autoservicio, mercados, tianguis y zonas de venta de juguetes como La Lagunilla, Tepito y Buenavista.