El índice de precios de los alimentos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) concluyó 2024 con un retroceso de 2.1 por ciento, pese al constante encarecimiento de productos lácteos, carne y aceites vegetales.

En conjunto, la medición que muestra la variación mensual de los precios internacionales de una canasta de productos alimenticios, se ubicó en 122 puntos, una reducción de 2.6 puntos frente al promedio observado en 2023.

En 2024 el índice de precios de los alimentos de la FAO se mantuvo en general por debajo de los niveles de 2023, pese a los constantes aumentos mensuales que se produjeron durante la mayor parte del año, impulsados principalmente por los precios de los productos lácteos, la carne y los aceites vegetales.

La FAO destacó que el promedio general anual de 2024 se mantuvo por debajo del reportado en marzo de 2022, cuando se vio afectado por el inicio de la guerra en Ucrania.

El índice de precios de los cereales alcanzó un promedio de 113.5 puntos en 2024, lo que se tradujo en un descenso de 13.3 por ciento respecto del nivel de 2023, debido a la reducción de los precios del trigo y cereales secundarios, y la segunda disminución anual respecto del nivel sin precedente de 2022.

El índice de precios de los aceites vegetales se situó en 138.2 puntos en su promedio anual, un avance de 9.4 por ciento frente a 2023, debido a la escasez de la oferta mundial.

La medición referente a los precios de la carne alcanzó un promedio de 117.2 puntos, 2.7 por ciento más que en 2023.

Este comportamiento se explica por una fuerte demanda de los principales países importadores de carne en un contexto de menor crecimiento de la producción mundial, lo que sostuvo la subida de los precios medios de las carnes de bovino, ovino y aves de corral, mientras disminuyeron los precios medios de la carne de cerdo, impulsados por la atonía de la demanda de importaciones, en particular por parte de China.

El índice de precios de los productos lácteos promedió 129.6 puntos el año pasado, un incremento de 4.7 por ciento respecto de 2023.

Este dinamismo se explica por un aumento repentino en los precios de la mantequilla ante la elevada demanda mundial y la limitada oferta destinada a la exportación, a raíz de la irregularidad de los patrones meteorológicos que afectó negativamente a la producción.

En el caso del azúcar, la medición de la FAO se ubicó en 125.8 puntos, una caída de 13.2 por ciento frente a 2023, debido a las exportaciones sin precedente de Brasil durante el año y unas perspectivas positivas de la oferta mundial en la campaña de 2024-25.