Seúl. Policías y agentes anticorrupción sudcoreanos intentaron arrestar este viernes al presidente suspendido Yoon Suk-yeol por tratar de imponer la ley marcial hace un mes, pero abortaron la operación ante la resistencia de los servicios de seguridad en la residencia del político.

Investigadores de la oficina de investigación de la Corrupción para Funcionarios de Alto Rango (CIO), encargada de la causa, ingresaron a una residencia en Seúl donde Yoon ha estado encerrado esta semana a raíz de que la justicia emitió una orden de arresto contra él, pero soldados bajo las órdenes del servicio de seguridad de Yoon se confrontaron con la CIO, expuso un funcionario del Estado Mayor Conjunto.

Los equipos de seguridad de Yoon explicaron que estaban en negociaciones con los investigadores de la oficina anticorrupción que intentan ejecutar la orden de arresto.

En un comunicado, esa oficina consideró que la detención era imposible debido al enfrentamiento en curso y añadió que la preocupación por la seguridad del personal llevó a la decisión de parar la ejecución de la orden judicial.

Desde su encierro, Yoon prometió combatir a las autoridades que buscan detenerlo e interrogarlo por su declaración de ley marcial y por haber enviado al ejército a la asamblea nacional.

Uno de sus abogados, Yoon Kap-keun, insistió en que la orden de arresto es ilegal e inválida y que por tanto su ejecución es ilegítima, por lo que se tomarán acciones legales.

La agencia informativa coreana Yonhap aseguró que se enviaron 2 mil 700 agentes, además de 135 vehículos policiales, para evitar enfrentamientos entre los seguidores del presidente y manifestantes contrarios.

En medio de un fuerte despliegue judicial y mediático, los partidarios del presidente coreaban su nombre y entonaban cánticos como: La orden de captura ilegal no es válida.

En una carta desafiante que dirigió a sus seguidores presentes a las afueras de su residencia, el mandatario suspendido prometió luchar hasta el final contra lo que denominó fuerzas antiestatales que violan nuestra soberanía y ponen a la nación en peligro, mientras su equipo legal afirmaba ayer que los policías que intentaran detenerlo podrían ser detenidos por la seguridad presidencial o incluso por civiles.

Además, aplaudió a sus seguidores por sus esfuerzos para proteger la democracia liberal y el orden constitucional del país y manifestó que seguía sus protestas en transmisiones en vivo en YouTube, según una foto del mensaje compartida por sus abogados.

La ley sudcoreana permite a cualquier persona realizar arrestos para detener un delito en curso; mientras, los críticos acusaron a Yoon de incitar a sus seguidores a obstruir los intentos de las fuerzas del orden por detenerlo.

La fiscalía imputó ayer por el delito de insurrección a dos altos cargos militares, entre ellos el general nombrado comandante de la ley marcial, que ya estaban bajo arresto. El presidente también podría ser juzgado por este, ilícito que puede castigarse con cadena perpetua o pena de muerte.

El presidente suspendido puede seguir retenido hasta 48 horas en virtud de la orden de arresto actual. Para mantenerlo más tiempo bajo arresto, los investigadores deben solicitar otra orden.