Particulares construyen un piso adicional en la vieja casona ubicada en la calle Colima 233, colonia Roma, a pesar de que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) presentó dos denuncias penales por el delito de uso de documento falso en contra de quienes buscaron obtener la acreditación de derechos adquiridos, con el fin de intervenir el inmueble catalogado por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literartura (Inbal) y convertirlo en restaurante-bar, señaló el presidente de la Fundación Roma, Mario Rodríguez.

Aseguró que hay omisión de la alcaldía Cuauhtémoc, luego de que las autoridades de la pasada administración respondieron que no existe manifestación de construcción para el tercer nivel, las 15 habitaciones de hotel, servicio de restaurante y bar.

Además, los particulares aprovecharon el periodo vacacional y las celebraciones de Navidad y Año Nuevo para acelerar la construcción del tercer piso, que calificó de ilegal.

Señaló que los trabajos de demolición en el inmueble se realizan desde julio pasado a puerta cerrada, a pesar de que la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) colocó sellos de suspensión de actividades.

Posteriormente, la PAOT volvió a colocar los sellos, así como el Instituto de Verificación Administrativa, que fueron retirados porque un juez otorgó un amparo, a pesar de la existencia de la denuncia penal.

Rodríguez mencionó que la alcaldía ha sido omisa, mientras de parte de la Fiscalía General de Justicia local no hay información sobre el avance de la investigación a las denuncias que presentó la Seduvi en agosto pasado, por lo que insistió en que la omisión también es corrupción.

Dijo que la actual administración de la alcaldía tiene conocimiento del caso: la Cuauhtémoc ha sido omisa, esto viene desde julio y agosto, se viene arrastrando, no ha actuado; y por otro lado, también el gobierno de la ciudad tiene dos denuncias penales, lo que deja ver que todo mundo hace lo que se le pega la gana y no pasa nada; aquí cualquiera hace una obra ilegal y no hay consecuencias.

Recordó que los particulares metieron un gol a la Seduvi al presentar los documentos apócrifos, porque en la vieja casona de planta baja y dos niveles por muchos años operó la editorial Landucci, por lo que no se contaba con uso de suelo para hotel, restaurante y bar.

El predio de referencia está incluido en el listado de inmuebles de valor artístico del Inbal y, de acuerdo con el Sistema de Información Geográfica de la Seduvi, “no existe ningún certificado de acreditación de derechos adquiridos con folio 14374, con fecha de expedición del 16 de diciembre de 1998, en el que se indica: uso por acreditar restaurante-bar en planta baja 242 metros cuadrados, hotel y hospedaje en 514 metros cuadrados.