La licenciatura en enfermería y obstetricia en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dejó de ser una segunda opción para los estudiantes que no ingresaron a medicina. Hoy, no sólo crece como primera elección, sino que también despierta mayor interés entre los hombres, pues cuatro de cada 10 alumnos que ingresan son varones.

La Facultad de Enfermería y Obstetricia (FENO) ofrece dos licenciaturas, que cuentan con 3 mil 500 alumnos en el sistema escolarizado y otros 3 mil en la modalidad abierta. Somos una carrera que ha crecido considerablemente y desde hace un año y medio transitó de escuela nacional a facultad, porque ahora ya tenemos posgrado, indicó su directora, Rosa Amarilis Zárate Grajales.

Todavía a principios de este siglo, los alumnos que no eran aceptados en medicina, buscaban como alternativa estudiar enfermería, pero con el paso de unos 20 años, la demanda creció rápidamente. Hoy, sólo 12 de cada 100 jóvenes que solicitan ingresar son aceptados, lo cual refleja que ha cambiado la percepción de esta carrera y no se les ve como los ayudantes de los médicos.

Tenemos una solicitud de ingreso a la carrera de cerca de 14 mil jóvenes que quieren estudiar enfermería en la UNAM. Lamentablemente, sólo podemos aceptar a mil 700 alumnos en el sistema escolarizado, un porcentaje muy bajo porque no tenemos suficientes aulas, ni suficiente presupuesto para la contratación de profesores, ni tampoco los espacios en los campos clínicos, porque es una carrera eminentemente práctica, detalló la directora.

Agregó que en esta carrera 60 por ciento del plan de estudios es trabajo de campo, ya sea en comunidades, casas de familias, escuelas y hospitales, y por ello tampoco es fácil aceptar a todos los que buscan un lugar en esa facultad.

En entrevista con La Jornada, explicó que la alta demanda también está ligada al proyecto de muchos jóvenes de irse a laborar a otros países, donde se requieren enfermeras y enfermeros de alto nivel, y donde ésta es una profesión muy bien remunerada, ya que hay escasez de profesionales especializados en el mundo.

Si bien en las últimas dos décadas creció el interés por la enfermería, después de la pandemia aumentó todavía más, pues los jóvenes se dieron cuenta de su importancia y de la necesidad de tener personas expertas en este ramo de la medicina.

Profesión con mejores condiciones salariales

Además, es una licenciatura que ahora ha mejorado sus condiciones salariales, así como su inserción al mercado laboral, lo cual hace que tengan un lugar asegurado como profesionistas. Un estudio reciente nos arrojó que 85 por ciento de los egresados están trabajando en su carrera, subrayó.

Zárate Grajales comentó que también se han diversificado los espacios donde trabajan. Un egresado de la licenciatura en enfermería no sólo labora en un hospital, sino también en centros educativos, empresas, fábricas, así como por su cuenta en la atención a domicilio.

Hay enfermeras que ya tienen, incluso, pequeñas empresas y organizaciones, para dedicarse a la atención en el hogar. En fin, la formación que se da en nuestra facultad ahora les permite ser muy bien vistos por las comunidades. Entonces, hay mucha confianza de la sociedad y el beneficio social que involucra esta profesión es muy grande, aseveró.

En 2024 se cumplieron 30 años de que la UNAM decidió impartir la licenciatura en enfermería y dejar a un lado el nivel técnico que tuvo por más de medio siglo. Con este cambio, poco a poco fue adquiriendo más interés y hoy ya es una carrera de alta demanda.

La Facultad de Enfermería y Obstetricia también está por cumplir 25 años de haber emprendido el primer programa único de especialización, el cual se diversificó y hoy cuenta con 16.

Desde la atención en salud pública, atención perioperatoria, en neonatos, niños, mujeres, adultos y ancianos, en rehabilitación, en neurología, nefrología, atención a los adultos en estado crítico, y estamos ya en la etapa final de tres nuevas especializaciones: cuidados paliativos, gestión de sistemas de salud y enfermería respiratoria, con lo que se alcanzarán 19 programas de especialización con un promedio de mil a mil 200 estudiantes en todo el país.

Estos programas, junto con la maestría, están inscritos en el padrón de posgrados de calidad en el Conahcyt, pues forma con rigor científico, apegado a la investigación, pero sobre todo en mejorar las prácticas de cuidado.

Además, iniciaron el programa de doctorado en enfermería con énfasis en la formación de investigadores para contribuir a mejorar las prácticas de cuidado a la salud con evidencia científica.

Estos elementos hablan del desarrollo que ha tenido la enfermería como disciplina y también como profesión, pues nuestros egresados se ubican fácilmente en el mercado laboral tanto en el país como en el extranjero.

Cada año, entre 500 y 600 alumnos inician su servicio social –que es la etapa final de su formación–, quienes se distribuyen en zonas marginadas o de alta vulnerabilidad del centro del país. La Secretaría de Salud federal lanza una convocatoria anual para que sus pasantes elijan las comunidades, ya sea en el estado de México, Colima, Chiapas, Oaxaca o en la Ciudad de México. También se les asigna por promedio.

Sin embargo, la directora admitió que también deben pensar en la seguridad de los alumnos, por lo que se han visto forzados a cancelar algunos programas de servicio social, debido a la violencia.