Además del bicentenario natal de Johann Strauss, en 2025 se cumplirán también 500 años del nacimiento del italiano Giovanni Pierluigi da Palestrina (1525-1594), uno de los compositores más importantes del siglo XVI, quien junto con Tomás Luis de Victoria, William Byrd y Orlando de Lasso representa la culminación de la polifonía renacentista.

Entre otras instituciones, el Festival de Música Antigua de Sevilla pondrá en valor esa conmemoración y anunció que se sumará con un ciclo de conciertos y conferencias bajo el título Lo Stile Antico, a efectuarse entre el 21 de marzo y el 13 de abril.

Otra de las efemérides significativas de este nuevo año es el sequicentenario luctuoso del compositor Georges Bizet (1838-1875), uno de los grandes maestros del arte lírico francés, quien modernizó ese género en su país.

Hijo de una pareja de músicos profesionales, no corrió en vida con la suerte de que sus obras fueran bien acogidas por el público, ni siquiera las que con el tiempo han contribuido a engrandecer su fama, sobre todo la considerada obra maestra del teatro lírico galo y uno de los títulos más montados del repertorio operístico en el mundo, Carmen (1875), cuyo controvertido estreno se dice que precipitó su muerte, o la suite basada en La arlesiana, novela de Alphonse Daudet.

Ravel, Sostakóvich, Salieri...

Éste será de igual manera el año del compositor y pianista Maurice Ravel (1875-1937), uno de los más meticulosos artesanos musicales y figura señera de esta disciplina en la primera mitad del siglo XX, de cuyo nacimiento se cumplen 150 años. Este aniversario permitirá escuchar en las salas de concierto del mundo sus innovadoras piezas para piano y mostrarlo como un gran autor más allá de su celebérrimo Bolero o Dafne y Cloe, otra de sus famosas obras orquestales.

Dos de los grandes innovadores y revolucionarios de la música de concierto, por momentos hasta radicales y provocadores, simientes de la producción sonora de nuestros días: el italiano Luciano Berio (1925-2003) y el francés Pierre Boulez (1925-2016), cumplirán en 2025 sus respectivos centenarios natales.

A esta lista hay que aunar a otra figura capital de la música del siglo XX: el compositor, director de orquesta y pianista soviético Dmitri Shostakóvich (1906-1975), de quien se conmemorará su cincuentenario luctuoso. Considerado el último gran sinfonista, con 15 obras del género, también destacó como prolífico y gran autor de conciertos, música de ballet y de cámara, canciones y óperas, entre las que sobresalen Lady Macbeth de Mtsensk y La nariz.

Un par de efemérides luctuosas más son los 200 años del compositor, director de orquesta y profesor de música Antonio Salieri (1750-1825) y los tres siglos de Alessandro Scarlatti (1660-1725), ambos nacidos en la actual Italia.

El primero despuntó como figura central de la corte de los Habsburgo y maestro de otros insignes autores, como Beethoven, Schubert y Liszt. Su nombre cobró auge en décadas recientes por una supuesta rivalidad con Mozart, plasmada en la película Amadeus, de Milos Forman (1984). El segundo, en tanto, es uno de los grandes autores de la ópera barroca, considerado el más importante representante de la escuela napolitana de ese género.