Jueves 26 de diciembre de 2024, p. 4
Directivos de la organización civil Morena Agropecuaria Sinaloa, en entrevistas con La Jornada, consideraron que para revertir la tendencia de la baja siembra y producción de maíz por la sequía, los altos costos de los insumos, bajos precios para la producción y falta de financiamiento, se requiere un buen manejo de los sistemas de riego y tecnificarlos, y que el gobierno se haga cargo de las investigaciones agrícolas.
Asimismo, se necesita una política de reconversión de cultivos, establecer planes de largo plazo que den certidumbre a la actividad agrícola con sistemas de comercialización que establezcan un precio justo y un sistema de financiamiento, con base en refundar una banca de primer piso, que se eliminó con la desaparición de Financiera Rural, y otorgue créditos suficientes, oportunos y baratos.
Sí hay apoyos, pero no son suficientes. Se necesitan créditos baratos y oportunos. Como Morena Agropecuaria Sinaloa hemos propuesto que la entidad, a raíz del cambio climático y el incierto ciclo de lluvia, debe abandonar la agricultura de riego y regresar al aprovechamiento del temporal
, planteó Manuel León Perea, presidente de la agrupación.
Explicó que el maíz se cultiva en cualquier época del año, con muy buenos resultados, y ya existen variedades aptas para cualquier tipo de clima o suelos, por lo que es necesario experimentar sembrando en los meses de la temporada de lluvias, para aprovecharlas, que se inicia en junio
.
–¿Por qué la producción de maíz en México está en su nivel más bajo de los últimos 10 años?
–En el caso de Sinaloa, el problema fundamental es la disminución de lluvias en la temporada primavera-verano que provoca baja captación en las 11 presas de Sinaloa. Hoy se encuentran a 18.3 por ciento en promedio –expuso Domingo Espero Herrera, secretario general de Morena Agropecuaria.
“Y como caso grave: las presas más grandes de Sinaloa, que captan la tercera parte del volumen total, más de 8 millones de metros cúbicos, son la Luis Donaldo Colosio o presa Huites –con la que se riega el Valle del Fuerte– y la Adolfo López Mateos –con la que se irriga el Valle Norte de Culiacán–, están a 1.6 y 13 por ciento, respectivamente, de su capacidad de almacenamiento.”
–¿Qué tanto ha influido la reconversión de cultivos en la disminución de la producción del grano?
–En los últimos dos años, por falta de agua no hay reconversión de cultivos, lo cual es una política que urge adoptar. Durante el último año se han importado 450 mil toneladas de frijol de Estados Unidos, cuando históricamente México ha sido autosuficiente en la leguminosa manteniendo las importaciones por cuota necesaria en menos de 100 mil toneladas –explicó Humberto Gálvez Bernal, tesorero de la organización.
Si hubiera reconversión de cultivos, Sinaloa, en esta situación de sequía debería estar sembrando mínimamente 200 mil hectáreas de frijol que darían a México capacidad para suplir esas importaciones, considerando que este cultivo es de muy baja demanda de agua, la quinta parte de lo que requiere el maíz, y que Sinaloa, por clima, suelo, capacidad y cultura productiva, tiene condiciones para producir todas la variedades que se consumen en México, principalmente negros, pintos y azufrados
, subrayó.
–¿Cuál es la razón por la que las importaciones de maíz desde Estados Unidos han aumentado?
–Porque no somos autosuficientes y porque para la industria harinera resulta menos complicado importar el grano que someterse a la incertidumbre de los programas y políticas de comercialización que establece, siempre tardíamente, el gobierno de México.
–¿Hay incentivos para que las comunidades se dediquen al cultivo de maíz y en general a las actividades agrícolas?
–Sí, como los fertilizantes y apoyos de Producción para el Bienestar. En Sinaloa, los productores agrícolas, habiendo agua para riego, preferimos la siembra de maíz, no porque sea la mejor opción, sino porque es la menos mala y climáticamente y por manejo menos riesgosa, a diferencia de frijol o garbanzo, que son muy sensibles al clima –detalló Cuauhtémoc Martínez, de Morena Agropecuaria.
“Además, el maíz es el que tiene, mal que bien, algún programa de comercialización, con todas sus deficiencias, a diferencia de otros cultivos en los cuales el gobierno ni se mete, o se mete cuando ya está el problema, y nos deja indefensos ante los coyotes (intermediarios).”
–¿Qué papel juega la tecnología para mejorar la productividad en los cultivos?
–Un importante papel; pero, volvemos a lo mismo, la falta de certidumbre y a que los productores no sabemos con qué dinero vamos a sembrar y si sembramos no sabemos a quién le vamos a vender y a qué precio y cuándo van a pagar, nos impiden seguir adoptando nuevas tecnologías –puntualizó Óscar Urías Castro, miembro del consejo de vigilancia.
Por ejemplo, comentó, el uso de drones para fumigar y abatir oportunamente plagas o para mejorar el desarrollo de la floración o para fertilizar ya existe; pero volvemos a nuestro drama: ¿con qué dinero lo hacemos, y si lo hacemos, lo vamos a recuperar?