Washington. El gobierno encabezado por Joe Biden anunció el lunes una investigación comercial de última hora sobre los semiconductores tradicionales fabricados en China, lo que podría acumular más aranceles estadunidenses a los chips de ese país que se utilizan en productos de uso cotidiano, desde autos hasta lavadoras y equipos de telecomunicaciones.

Cerca de dos tercios de los productos estadunidenses contienen chips provenientes de la China; es preocupante. Pekín busca dominar el mercado, y ante los métodos utilizados, vemos que las empresas dudan en invertir en Estados Unidos, denunció la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, durante una conferencia de prensa telefónica.

La investigación, que será realizada por la oficina del Representante Comercial de la Casa Blanca (USTR), debe determinar si el gobierno de China creó una dependencia peligrosa en la cadena de suministro de semiconductores.

Estados Unidos teme que las políticas chinas debiliten la competitividad de las empresas y los trabajadores estadunidenses, las cadenas de suministros esenciales y la seguridad económica del país, precisó la USTR, que pedirá al nuevo gobierno continuar esta medida.

Más tarde, China rechazó la decisión de la administración Biden. La investigación estadunidense 301 tiene evidentes tintes unilaterales y proteccionistas, declaró el Ministerio de Comercio chino en un comunicado, en el que pidió a Washington desistir inmediatamente de sus malas prácticas.