El fiscal general de Texas, Ken Paxton, demandó a la NCAA (Asociación Nacional de Atletismo Universitario) para bloquear la participación de atletas transgénero en deportes femeninos, argumentando que engaña y confunde a los fanáticos.

La querella, presentada en el tribunal de distrito estatal de Lubbock, sostiene que la NCAA viola la Ley de Prácticas Comerciales Engañosas de Texas al promover disciplinas que pueden incluir a una atleta transgénero.

Pone deliberadamente en peligro la seguridad y el bienestar de las mujeres al alterar de manera engañosa las competencias femeninas a mixtas, informó Paxton en un comunicado

La demanda busca una orden judicial para impedir que la NCAA permita que los atletas transgénero compitan en Texas.

La declaración del fiscal sugirió la referencia a una controversia que involucró al equipo de voleibol femenino de San José State, donde (presuntamente) varios oponentes perdieron partidos esta temporada debido a que los Espartanos tenían una persona transgénero.

“Cuando la gente ve un partido de voleibol femenino, por ejemplo, espera ver a mujeres compitiendo contra otras mujeres, no a hombres biológicos pretendiendo ser algo que no son. La radical ‘teoría de género’ no tiene cabida en los deportes universitarios”, fueron las palabras de Paxton.

En marzo, la ex nadadora Riley Gaines y otras atletas presentaron una queja contra la NCAA por permitir que mujeres transgénero compitan en la categoría femenina.

La demanda de Paxton coincide con las declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el domingo, cuando aseguró que una de sus primeras acciones será detener la locura transgénero apenas llegue al poder. Amenazó que mantendrá a los hombres fuera del deporte femenino y que en su política sólo habrá dos géneros: hombres y mujeres.

La polémica cobró mayor visibilidad el año pasado cuando la World Athletics (WA) anunció que ninguna mujer transgénero podría participar en competencias que puntúen para su ranking internacional.

En un comunicado, emitido tras la reunión de su consejo, la WA, presidida por Sebastian Coe, reconoció que ninguna mujer trans había competido en alguna justa, por lo que no disponía de datos que valoren el impacto sobre el deporte que generaría la participación de mujeres que en su pubertad hayan sido hombres, pero que, de todas maneras, prefería priorizar el criterio de igualdad e integridad sobre el de inclusión.

La World Aquatics también votó para prohibir que atletas transgénero compitieran en las pruebas élite de mujeres en caso de haber pasado por cualquier etapa del proceso de pubertad masculina.

La nueva política solicitó que las atletas completaran su transición antes de los 12 años para participar en competencias femeninas.

La testosterona durante la pubertad masculina altera los factores fisiológicos determinantes del rendimiento humano y explica las diferencias de rendimiento basadas en el sexo, que se consideran claramente evidentes a la edad de 12 años, dijo el doctor Michael Joyner, fisiólogo y experto en rendimiento y miembro de un panel de la FINA.

La Unión Ciclista Internacional (UCI) se unió a la de atletismo y natación en la postura prohibicionista al frenar la participación de atletas trans en competencias oficiales.

Las restricciones para las pruebas ciclistas se produjeron después de que Austin Killips ganara el Tour de Gila en abril, convirtiéndose en la primera pedalista transgénero en triunfar en una prueba.

En natación surgieron cuando la nadadora de la Universidad de Pensilvania, Lia Thomas, fue la primera mujer trans en llevarse el campeonato de la NCAA en los 500 metros estilo libre.

“Es posible que una mujer trans tenga ventajas sobre mujeres cisgénero en actividades deportivas. Pero para tener una valoración más fiel, se necesitan estudios que comparen a deportistas trans con deportistas cisgénero, y todavía no tenemos estos estudios”, dijo a Afp la endocrinóloga Elaine Frade Costa.

Con información de Ap y Afp