Al menos desde 2005, las estaciones migratorias en Acayucan, Veracruz; Guadalupe, Nuevo León; Hermosillo, Sonora; Reynosa, Tamaulipas, y Villahermosa, Tabasco, han sido denunciadas por personas en tránsito y organizaciones de la sociedad civil por irregularidades, y en 2019, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) expuso en un informe la operación inadecuada y hacinamiento existente en esos lugares.

Se trata de las mismas estaciones migratorias sobre las cuales la semana pasada el Consejo Ciudadano del Instituto Nacional de Migración (CCINM) señaló que los extranjeros detenidos han denunciado irregularidades en sus instalaciones, así como deshumanización y discriminación.

Dentro del informe especial Situación de las estaciones migratorias en México, hacia un nuevo modelo alternativo a la detención, de la CNDH de 2019, se detalla que hace 19 años ya se reportaba el funcionamiento de la estación migratoria en Tabasco como inadecuada en una de las recomendaciones emitidas por el organismo.

Tras las indagatorias, la CNDH sostuvo que se violentaron los derechos de legalidad, trato digno, seguridad jurídica y derechos de las personas sometidas a cualquier forma de detención. Pese a ello, emitió nuevas recomendaciones en 2009 y 2012. En la estación en Hermosillo se violentó, además, el derecho al honor y a la reputación y a la integridad personal.

De la estación de Acayucan, se detalla que mientras su capacidad es para 836 personas, en junio de 2019 había 2 mil 51.

Tras la muerte de 40 migrantes en Ciudad Juárez en 2023, el Instituto Nacional de Migración (INM) inició un programa para transformar 15 de las estaciones, entre ellas, las que denunció el CCINM, donde se realizaron acciones que se concentraron principalmente en intervención artística en las paredes para eliminar elementos de diseño carcelario.

Como parte del programa MigrArte, se indica en el reporte de la dependencia, se impulsó la capacitación al personal de la estación migratoria, se puso en marcha la formación en primeros auxilios sicológicos, y se realizaron talleres de sensibilización, así como de salud mental, inteligencia emocional y arteterapia. No obstante, el INM no presentó detalles de esas acciones, y se concentró en las expresiones artísticas pintadas en las paredes de estos centros migratorios.