A partir de la crisis forense que vive México, es urgente contar con científicos en esta materia. Expertos que no sólo cuenten con habilidades médicas o criminalísticas, sino además, con un alto nivel de especialización para examinar evidencias, determinar las causas de la muerte con mayor precisión e identificar a las personas con base en el análisis de datos y trabajo de campo, aseveró la directora de la Escuela Nacional de Ciencias Forenses de la UNAM, Zoraida García Castillo.

En México hay una situación complicada en temas de violencia y delincuencia, por lo que es necesario que haya más egresados en ciencias forenses, como los que está formando la universidad nacional, ya que ellos podrían estar distribuidos en los servicios forenses del país o en las fiscalías de los estados, tratando de solucionar un tema que se ha desbordado en los últimos años, subrayó.

Admitió que esta escuela, a pesar de ser pionera, aún es muy pequeña, por lo que no dispone de la capacidad para atender una demanda masiva, aunque sí es posible que otras universidades públicas y privadas repliquen este plan de estudios de la universidad nacional, como ya lo hicieron otras tres instituciones, a fin de que el país cuente con suficientes científicos forenses, quienes tienen mayores habilidades para comprender el sistema de justicia penal mexicano y reciben formación en medicina forense, genética, dactiloscopía, filosofía, antropología e incluso odontología.

Un científico forense egresado de la UNAM, detalló Zoraida García, es capaz de establecer si una osamenta es de un hombre o una mujer, el rango de edad, estatura, la ancestría; si es una persona anglosajona, latina o afro, por ejemplo. Entonces se tiene morfológicamente el análisis de la osamenta, incluso si tenía una malformación, si padecía una enfermedad, y no necesita el cuerpo completo para poder realizar dicho análisis.

En 11 años, siete generaciones han egresado de esta licenciatura única en su tipo, pues son jóvenes que no sólo estudian criminalística, sino que reciben una formación multidisciplinaria e integral.

Nuevo perfil de egresados

La directora recordó que un año después de que ingresó la primera generación a la carrera ocurrió la desaparición de los 43 alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa. Se abría una fosa y no estaban, y abrían otra y tampoco, por lo que la tragedia de los normalistas fue el detonante que destapó cloacas y evidenció que había gente que estaba desapareciendo, que era un problema que ya veníamos arrastrando y no se estaba atendiendo.

Fue entonces que reforzaron la idea de que la licenciatura de ciencias forenses era más que necesaria en el país, porque no queremos otro Ayotzinapa y, para evitarlo, estamos formando este nuevo perfil de científico forense, que va más allá de una sola disciplina, que es capaz de analizar un solo elemento biológico para identificar a la víctima, señaló.

El alumno debe tener disposición de estudiar materias de todas las áreas; de modo que si no le gustan las matemáticas, no puede ser parte de esta carrera o si no le interesa el derecho, tampoco va a funcionar.Es un perfil nuevo y nos hemos encontrado con alumnos que piensan si están en la licenciatura correcta y si realmente van a poder ser científicos forenses, porque han sido muy osados en estudiar esta carrera que es nueva y con el paso del tiempo nuestros egresados pueden dar testimonio de qué significa haber estudiado ciencia forense, destacó Zoraida García.

En entrevista con La Jornada, comentó también que en este ciclo escolar admitieron sólo a 80 alumnos de nuevo ingreso, quienes se suman a una matrícula de 170 jóvenes. Para ser aceptados, deben pasar por un segundo filtro, someterse a un examen sicométrico y una entrevista, a fin de evaluar su estabilidad emocional para cursar una licenciatura que requiere mayor fortaleza mental por el tipo de temas que van a estudiar.

Queremos que tengan clara la vocación, que no confundan la carrera con otras más famosas o con mayor tradición como la medicina especializada en lo forense, puntualizó Zoraida García al enfatizar que sus alumnos egresan con un perfil de razonamiento científico, y se han colocado bien en el mercado laboral, pues el 50 por ciento trabaja en áreas forenses.

Son gente muy valorada por el perfil, pueden interpretar pruebas, plantear esquemas de trabajo y diseñar estrategias muy bien delineadas, y eso nos satisface mucho, resaltó.

Otro aspecto, es el cuidado en el trato a las víctimas o familiares de las víctimas, porque la gente se queja mucho de cómo los tratan los servidores públicos, ya sea el agente del Ministerio Público, la policía o los forenses. Aquí entrenamos a los alumnos para el manejo con las familias, hacer entregas dignas de cuerpos y explicarles los dictámenes policiales.

Nuestros estudiantes tienen el perfil para muchas cosas que necesita el país. Lo que queremos es que las instituciones públicas nos apoyen para que los empleen, porque su visión es mucho más completa, concluyó.