Magdeburgo. Arabia Saudita advirtió en múltiples ocasiones a las autoridades alemanas sobre el autor del ataque que mató a cinco personas y dejó más de 200 heridos en un mercado navideño en Magdeburgo, pero ignoraron las advertencias sobre la identidad del hombre que perpetró el atentado porque las consideraron políticamente motivadas, informó ayer el periódico alemán Spiegel.

En 2023, el país de Asia occidental pidió a la nación germana, a través de la Interpol, que detuviera a Taleb Jawad al Abdulmohsen por sospechas de actividades terroristas, sin embargo las fuerzas de seguridad teutonas rechazaron la petición porque podía tener un trasfondo político.

Finalmente, el hombre se consideró perseguido en su país de origen y consiguió la residencia permanente en Alemania.

Según el medio, Arabia notificó tres ocasiones de la amenaza que suponía el autor del ataque, no obstante las advertencias fueron menospreciadas.

El fiscal a cargo de investigar el caso informó que el implicado pudo haber actuado motivado por la forma en que los refugiados saudíes son tratados en esa nación.

El canciller alemán, Olaf Scholz, dio a conocer que de los 200 lesionados cerca de 40 personas se encuentran en una situación muy delicada y prometió responder con firmeza contra quienes pretenden sembrar odio.

En tanto, el presidente estadunidense, Joe Biden, calificó el hecho como un acontecimiento despreciable y oscuro y aseguró que Washington mantendrá una comunicación cercana con el gobierno de Berlín. Ninguna comunidad ni familia debería soportar actos de esta naturaleza, especialmente antes de una fiesta de alegría y paz, aseveró el mandatario.

Miles de personas se dieron cita en el funeral que fue celebrado en la Catedral de Magdeburgo; entre los asistentes se encontraban Scholz, el ministro de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff; el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier y la alcaldesa Simone Borris.

Hay vinculos entre migración y terrorismo

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, expresó su solidaridad con las familias de las víctimas y calificó los hechos como un acto terrorista; asimismo adjudicó el ataque a las políticas migratorias de la Unión Europea (UE).

Orbán afirmó que tales ataques comenzaron a ocurrir en Europa después de 2015, cuando cientos de miles de migrantes y refugiados entraron a la UE desplazados por la guerra y la violencia en Medio Oriente y África.

A su vez, aseguró que no hay duda de que existe un vínculo cercano entre la migración y el terrorismo, y advirtió que Bruselas quiere que lo de Magdeburgo ocurra también en Hungría.

El gobierno de Budapest, que se caracterizó por adoptar una serie de políticas de migración muy estrictas desde 2015, construyó vallas con alambre de púas en las fronteras de Hungría con Serbia y Croacia.

En junio, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ordenó a esa nación pagar una multa de 200 millones de euros (216 millones de dólares) por violar las reglas de asilo del bloque, y un millón de euros adicionales por día hasta que sus políticas estuvieran alineadas con la ley de la comunidad europea.