Jerusalén. Israel bombardeó ayer Saná, la capital de Yemen, en lo que el primer ministro Benjamin Netanyahu describió como una ofensiva en nombre de toda la comunidad internacional, con saldo de nueve muertos, poco después de que un misil fue lanzado por la milicia hutí, apoyada por Irán, hacia territorio de Tel Aviv.

El ejército israelí afirmó que interceptó un misil dirigido hacia el centro de Israel, pero un gran pedazo de metralla del aparato alcanzó a destruir un edificio escolar en Ramat Efal, en la parte occidental de Tel Aviv, informó un portavoz castrense.

Los hutíes –que desde noviembre del año pasado lanzan ataques contra la navegación internacional en solidaridad con los palestinos en la guerra de Israel contra Hamas– señalaron que atacaron Tel Aviv durante la noche, lanzando dos misiles balísticos y alcanzando objetivos militares precisos.

La acometida israelí, en la que participaron 14 aviones de combate y otras aeronaves, se produjo en dos oleadas, con una primera serie de ataques contra los puertos de Salif y Ras Issa, y una segunda serie contra Saná, según declaró a la prensa el portavoz militar, teniente coronel Nadav Shoshani.

Hemos realizado amplios preparativos para estas operaciones, esforzándonos por perfeccionar nuestros servicios de inteligencia y optimizar los ataques, declaró.

Al Masirah Tv, el principal medio de noticias de televisión de los hutíes, indicó que los ataques aéreos mataron a nueve personas, siete en Salif y dos en las instalaciones petroleras de Ras Issa, ambas en la provincia occidental de Hodeida.

Dos fuentes del puerto de Hodeida indicaron a Reuters que un ataque israelí destruyó un remolcador, pero el puerto cuenta con varios otros capaces de llevar barcos hasta el muelle.

Los ataques también tuvieron como objetivo dos centrales eléctricas al sur y al norte de Saná que, según Al Masirah, dejaron sin electricidad a miles de familias.

Los ataques a las dos instalaciones eléctricas empeorarán la crisis energética que sufre Saná, donde quienes pueden permitírselo utilizan generadores de gas o se abastecen de proveedores privados debido a la deficiente infraestructura de la ciudad, señalaron analistas.

Al parecer Israel habría llevado a cabo los ataques de ayer en solitario. Un militar estadunidense que habló bajo anonimato señaló que Washington no participó en el operativo.

Por su parte, el general de brigada Yahya Saree, un portavoz militar hutí, reclamó la autoría del ataque horas más tarde en una declaración pregrabada en video y afirmó que los rebeldes dispararon dos de sus misiles balísticos Palestina hacia Israel.

Irán condenó firmemente los bombardeos a Yemen y aseguró que suponen una violación flagrante del derecho internacional. Estos crímenes del régimen sionista son perpetrados con apoyo incondicional de Estados Unidos señaló el portavoz de la cancillería iraní, Esmaeil Baqaei.

Hezbollah se sumó a la condena y acusó a Israel de recurrir a los ataques dado el fracaso de lograr sus objetivos estratégicos en todos los frentes, y aseveró que las agresiones de los hutíes han expuesto la fragilidad del sistema militar y de seguridad de Tel Aviv.

Hamas también se sumó a las condenas y denunció que los bombardeos israelíes alcanzaron instalaciones civiles y señaló que consideramos peligrosa esta escalada y una extensión de la agresión contra palestinos, sirios y la región árabe.