París. Desde el lanzamiento en enero de una herramienta de detección de publicaciones y comentarios insultantes contra los tenistas, se han registrado cerca de 12 mil mensajes de esa naturaleza, anunciaron ayer varias instancias de ese deporte.

Los autores de publicaciones insultantes no deben hacer-se ilusiones, pues solicitaremos acciones ante la justicia cuando podamos, buscaremos impedirles el acceso a las principales redes sociales del mundo y a nuestros torneos, escribió la Federación Internacional de Tenis (ITF), en X (antes Twitter).

El máximo organismo del tenis en el mundo se asoció en 2023 con el circuito femenino (WTA) y con los organizadores de Wimbledon y del Abierto de Estados Unidos para combatir el odio en línea contra los jugadores, las autoridades y la familia del tenis en un sentido amplio, según un comunicado publicado por estas organizadores de manera conjunta.

Entre enero y octubre de este año, la herramienta Threat Matrix analizó casi 2.5 millones de publicaciones en diversas redes sociales como: X, Instagram, YouTube, Facebook y TikTok.

Unos 12 mil comentarios fueron considerados insultantes y señalados como tales a los responsables para que fueran retirados o, en los casos más graves, para que la cuenta fuera suprimida, detalló el documento.

Quince usuarios de estas cuentas fueron llevados ante la justicia de sus respectivos países.

Apostadores enfadados

El 48 por ciento de los mensajes insultantes corresponden a apostadores enfadados, que siguen los partidos y escriben textos airados cuando sus pronósti-cos no son exitosos. “Se ha constatado un aumento del volumen de esos contenidos durante los torneos del Grand Slam.”

Las cifras transmitidas son apenas la punta del iceberg ya que la herramienta no incluye a los jugadores del circuito profesional masculino (ATP). Dos de los cuatro torneos del Grand Slam, el Abierto de Australia y Roland Garros, tampoco están asociados a esta iniciativa.

En total, 7 mil 739 jugadores del circuito ITF (la Segunda División del tenis mundial) y 563 participantes en los torneos WTA están cubiertos actualmente por esta herramienta de detección, que según sus impulsores mezcla inteligencia artificial y control humano.