La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos despidió 2024 con un tercer recorte consecutivo de las tasas de interés, de un cuarto de punto porcentual, para alcanzar un rango objetivo de entre 4.25 y 4.5 por ciento, y prevé un ritmo más lento de lo previsto inicialmente en la relajación de la política monetaria, que apunta a sólo dos recortes en todo 2025.

En una decisión ampliamente anticipada por los agentes económicos, pero no unánime, el banco central estadunidense decidió bajar la tasa de referencia –la que determina el costo del crédito al que se financian empresas y personas– este miércoles, tras haber reducido las tasas en un punto porcentual desde septiembre de 2024, pero, de acuerdo con el diagrama de puntos (dot plot), los funcionarios de la Fed esperan recortes de sólo 0.5 puntos porcentuales para 2025 (a un rango de 3.75 a 4 por ciento), en lugar de un punto porcentual que se estimó previamente, y para 2026 se espera la misma dosis.

El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) estará preparado para ajustar la orientación de la política monetaria según proceda si surgen riesgos que puedan impedir la consecución de los objetivos de pleno empleo e inflación en 2 por ciento. Las evaluaciones del comité tendrán en cuenta una amplia gama de información, incluidas las lecturas sobre las condiciones del mercado de trabajo, las presiones inflacionistas y las expectativas de inflación, así como la evolución financiera e internacional, mencionó la autoridad en su último comunicado de política monetaria del año, en vísperas de la llegada de la administración de Donald Trump.

La Fed también redujo sus previsiones de desempleo para 2025 y revisó las de la inflación hasta 2.5 por ciento, desde el 2.1 por ciento apuntado en septiembre. La autoridad monetaria, que preside Jerome Powell, elevó la previsión de crecimiento de Estados Unidos, principal socio comercial de México, a 2.5 por ciento para este año y reconoció que estudia ya el impacto de posibles aranceles en la inflación.

Cambio de expectativas

El comunicado y las proyecciones económicas revisadas del banco central han inyectado una dosis de cautela en los mercados, señalando un camino hacia la normalización monetaria potencialmente más largo de lo previsto.

Si bien, la actividad económica de Estados Unidos se ha mantenido sólida, la tasa de desempleo se ha incrementado (aunque se mantiene en niveles bajos) y que la inflación ha continuado su avance hacia la meta de 2 por ciento aunque permanece un tanto elevada, permitió relajar la postura monetaria.

Dentro de las estimaciones, la Fed prevé que el crecimiento económico será de 2 por ciento a 2.1 por ciento en 2025. La estimación de la inflación del gasto personal de consumo se revisó al alza de 2.1 a 2.5 por ciento para el próximo año. La meta de 2 por ciento se alcanzará hasta 2027.

En conferencia de prensa, Jerome Powell advirtió sobre los riesgos de reducir la tasa de fondos federales demasiado rápido o de mantenerla elevada por un tiempo excesivo. También mencionó que el ciclo monetario ha entrado en una nueva fase gracias a la moderación de la inflación, lo que permite considerar un nivel menos restrictivo. Powell reafirmó que, futuros ajustes dependerán de los datos.