Ponchaduras cuestan $2 mil
Jueves 19 de diciembre de 2024, p. 29
La gran cantidad de baches en vialidades primarias y secundarias ya son frustrantes
para conductores y habitantes de la Ciudad de México que tratan de evadirlos todos los días.
Algunos tienen meses e incluso años de estar ahí, como los de la calle Atlixco, que comparte las colonias Condesa e Hipódromo, en los cruces con Juan de la Barrera y Campeche, al igual que los de la avenida Nuevo León esquina con el Eje 3 Baja California y del Eje 2 Poniente Monterrey, en la colonia Roma, así como en la zona de Polanco y avenida Jalisco, en Tacubaya.
En un recorrido, conductores, residentes y trabajadores reprocharon que las autoridades de la alcaldía Cuauhtémoc y del gobierno capitalino no hagan caso a los reportes, no trabajan al 100
, porque por reparar una fuga de agua dejan un bache que no atienden y tengan que afrontar gastos económicos para pagar por el daño a una llanta de al menos 2 mil pesos.
En Atlixco y Juan de la Barrerra, el hoyo que está ahí ya es añejo; residentes de la zona recuerdan que la última vez que se le dio mantenimiento fue en septiembre de 2017, pero ahora los vehículos, ciclistas y motociclistas maniobran para esquivarlo.
En la misma calle, esquina con Campeche, hay otro desde antes de la emergencia sanitaria, en febrero de 2020, y que, a decir de Carlos, los trabajadores del camión de la basura le ponen cascajo para taparlo.
Sin embargo, ahí sigue, y al igual que en todos los casos los conductores lo ven y maniobran para evitarlo, algunos no lo logran.
Una mujer a bordo de su camioneta, cuya llanta quedó justo en un hoyo en la avenida Nuevo León, exclamó mientras se tocaba la frente: ¡estoy hasta aquí de los baches!
La residente de la zona del Desierto de los Leones aseguró que esa situación se vive en toda la ciudad, y espera que para 2025 los 16 alcaldes destinen presupuesto suficiente para solucionar el problema
.
El conductor de una camioneta de mensajería dijo: ya es hasta frustrante, ya es un pesar, todos los días
, al señalar que ha enfrentado ponchaduras de llantas al tratar de librar los desperfectos de las calles, cuya situación enfrentó un motociclista, quien dijo que en tres días cayó en varios baches en calles de Polanco y en la avenida Jalisco, por lo que tuvo que comprar una llanta que le costó 2 mil pesos.
En la avenida Monterrey, a unos metros del mercado Medellín, los conductores tienen que sortear una dovela de plástico a la mitad de los cuatro carriles y la ciclovía que tiene para no caer en la oquedad de cuatro metros de diámetro que dejaron hace días los trabajadores que arreglaron una fuga de agua; además, a pocos centímetros la vialidad tiene un hundimiento, que según los vecinos se convertirá en socavón porque tampoco ha sido atendida la queja.
El trabajador de la tortillería Roma se quejó de que el concreto lo dejaron apilado frente al negocio y por resolver un problema ahora se generó otro sin solución.