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¿Hacia una agenda estratégica 2024-2030 de México con China?
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ace apenas unos días el Centro de Estudios China-México (Cechimex) de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México presentó el documento Aspectos para una agenda estratégica México-China. Nuevas relaciones triangulares, en 35 cuartillas con 27 propuestas. El documento –con tres capítulos sobre aspectos político-diplomáticos, económicos y educacionales, científicos y culturales– fue elaborado por Eugenio Anguiano Roch, Enrique Dussel Peters y Liljana Arsovska, todos especialistas en los respectivos temas. Se trata de un documento propositivo para 2024-2030, con un mínimo diagnóstico y pocas referencias, para invitar al sector público y a organismos empresariales a que aborden la temática explícitamente, considerando que en las últimas décadas no ha existido una estrategia hacia la República Popular China. Hemos insistido en esta columna sobre su relevancia; su ausencia nos está cobrando la factura ante las duras amenazas del próximo presidente de EU, Donald Trump.

¿En qué consisten las principales propuestas del documento (el cual puede ser consultado gratuitamente desde el portal del Cechimex)?

Primero. El documento parte de una larga relación diplomática entre México y China, desde al menos 1899 y que ha sufrido múltiples cambios desde entonces, particularmente desde la relación diplomática de México con la República Popular China en 1972. Es decir, se trata de una relación madura, profunda y extensa en todos los ámbitos imaginables, incluyendo los abordados por el documento del Cechimex. Cualquier agenda estratégica debe incluir esta riqueza bilateral y no sólo el ámbito económico, por ejemplo.

Segundo. El documento propone encarar la relación bilateral desde una nueva relación triangular, es decir, incorporando explícitamente la confrontación entre Estados Unidos y China y la relación de México con China. Se propone, adicionalmente, que México haga uso de sus 13 entidades en Asia del este y en coordinación con las embajadas mexicanas del triángulo en China, Japón y Corea del Sur.

Tercero. El documento reconoce el riesgo de que una agenda México-China afectara los intereses primordiales de México con Estados Unidos, aunque, al mismo tiempo, se requieran definir múltiples aspectos políticos, económicos y culturales con China (y por ello el subtítulo de una nueva relación triangular).

Cuarto. Es imperativo que México fortalezca a las instituciones públicas, privadas y académicas especializadas en China y que se defina una agenda estratégica integral considerando su madurez y riqueza. El Senado (y explícitamente la Comisión de Relaciones Exteriores para Asia-Pacífico), la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Secretaría de Economía (SE), entre otras, son las principales instituciones responsables de la relación bilateral actual y en quienes recae impulsar inmediatamente una agenda actualizada. Ya no es posible continuar posponiendo esta agenda estratégica en México.

Quinto. Existen cuatro instituciones públicas bilaterales desde hace más de 10 años, además de la asociación estratégica integral suscrita durante la visita del presidente Xi Jinping a México en 2013. Es imperativo iniciar cuando antes con una puntual evaluación de estas instituciones –sus objetivos, avances, logros y fracasos– con miras hacia las siguientes décadas.

Sexto. El ámbito económico, y particularmente el comercial, se antoja como el más controvertido y conflictivo en la nueva relación triangular y a corto plazo, también ante las amenazas estadunidenses de altos aranceles discutidas con detalle en anteriores contribuciones. Es fundamental, sin embargo, considerar la compleja nueva relación triangular: en 2020, el 7.5 por ciento de las exportaciones brutas mexicanas a Estados Unidos constituyó valor agregado proveniente de China, con lo que parece damos la razón a Trump. Pero, al mismo tiempo, 70 por ciento de las importaciones mexicanas las realizan empresas extranjeras y particularmente estadunidenses. Es decir, nuevos aranceles impuestos a las importaciones estadunidenses provenientes de México recaerían sobre todo en empresas estadounidenses establecidas en México y que durante décadas han integrado partes y componentes chinos. Un proceso de sustitución de importaciones tomará tiempo y será costosa para las empresas; no reconocer estas estructuras comerciales llevaría a simplismos ilusos. Es por ello que el documento del Cechimex propone el establecimiento de una Subcomisión en el Senado de la República para elucidar y definir una estrategia a corto, mediano y largo plazos; ya existen innumerables diagnósticos y propuestas al respecto. Una propuesta de sustitución de importaciones chinas debiera estar acompañada de un alto grado de coordinación entre las instituciones arriba señaladas y de recursos explícitos para cadenas globales de valor. La SHCP y la SE tienen una enorme responsabilidad en este ámbito, incluyendo las propuestas vertidas en el documento del Cechimex para inversiones y proyectos de infraestructura de China.

Séptimo. Existen en la actualidad docenas de iniciativas en los ámbitos de la educación, cultura y la ciencia entre México y China. El documento del Cechimex presenta siete propuestas, incluyendo también el enorme potencial del turismo chino que ha sido desaprovechado por el momento, destacando la relevancia de los seis Institutos Confucio y Centros de Cultura Mexicana, la movilidad estudiantil y académica, coproducciones de cine y series y la colaboración en proyectos de investigación cultural y social. El intercambio de jóvenes y de las futuras generaciones resulta particularmente prometedor para estrechar los lazos y construir puentes de entendimiento entre México y China.

Este es el tercer esfuerzo sexenal del Cechimex para proponer una agenda bilateral, las propuestas anteriores pudieran ser de interés (y pueden ser consultadas en su portal). La academia inicia con este análisis y un grupo de propuestas concretas y actualizadas. Es responsabilidad de las instituciones públicas y empresariales retomar los diálogos y propuestas aquí vertidas. ¿Será?

* Profesor del Posgrado en Economía y coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM

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