Miércoles 18 de diciembre de 2024, p. 5
Perder es una declaración de resistencia, una pausa y una oportunidad para comprender que siempre hay algo que continúa
, afirma Arturo Lugo, coreógrafo, intérprete y diseñador de escenografía y vestuario.
En entrevista con La Jornada, Lugo compartió las particularidades que dieron vida a Nacida para perder, pieza interdisciplinaria que invita a repensar las estructuras sociales y culturales que etiquetan, marginan y estigmatizan.
El Laboratorio de Creación del Jardín Escénico será hoy escenario de esta propuesta artística que combina coreografía, diseño y artes visuales. Según su creador, se trata de una obra profundamente personal y a la vez colectiva
, cuyo propósito es cuestionar cómo los seres humanos perciben la otredad, la hibridez y la monstruosidad.
El monstruo no es la otredad terrorífica: es una identificación con la diversidad que nos conforma. Todos somos monstruos en nuestras variantes corporales, emocionales y espaciales
, añadió Lugo (Ciudad de México, 1988).
“Asimismo, el concepto de ‘perdedor’ adquiere un significado de resistencia frente a una sociedad obsesionada con el éxito y la productividad. Perder no es el fin, sino el inicio de nuevas posibilidades. Es un acto de relajación y reivindicación que nos permite avanzar de formas distintas.”
Descolonización de la mirada
Otro de los ejes fundamentales de la puesta en escena es la descolonización de la mirada. El coreógrafo definió este proceso como la liberación de perspectivas impuestas que estigmatizan cuerpos y culturas. Durante la época colonial, el arte mesoamericano fue percibido como monstruoso desde un contexto occidental, sin reconocer su valor intrínseco
.
ecosistema escénico.Foto cortesía del coreógrafo
En escena, esta idea se traduce en un ejercicio de transformación: imágenes y sonidos desafiantes buscan modificar las percepciones iniciales de los espectadores.
El proceso creativo detrás de Nacida para perder abarca más de una década de exploraciones interdisciplinarias. Lugo integró diseño, tecnología, música y experimentación vocal para construir lo que denomina ecosistema escénico
.
Con la asesoría de Santiago Blaum, trabajó con efectos de vocoder para transformar la voz y darle un carácter único. También recopiló frases de canciones, charlas y expresiones callejeras que se activan durante la pieza para explorar conceptos como monstruosidad, transformación y pérdida.
Para el diseñador de vestuario, el resultado es una experiencia sensorial que rompe la pasividad tradicional de los asistentes. Quiero que éstos se involucren corporalmente, que sientan esa transformación. Romper la idea de que el arte es sólo observar y no participar
.
Con más de 14 años de trayectoria en México, Alemania y Estados Unidos, Lugo subrayó que “el arte representa y educa, pero también puede mediar entre grupos marginados, al generar espacios de coincidencia y entendimiento.
En un contexto donde ciertos cuerpos y culturas continúan siendo excluidos, las artes reconstruyen significados, así como futuros más diversos e inclusivos
, concluyó.
Con entrada libre, Nacida para perder se presentará hoy a las 19 horas en el Laboratorio de Creación del Jardín Escénico, a un costado del Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte).